El 9 de diciembre de 1965 tuvo lugar en un poblado del estado de Pensilvania, EE.UU., un evento que hasta la actualidad se considera un misterio por resolver: nos referimos al famoso incidente de Kecksburg. En medio de la noche, apareció en el cielo un objeto luminoso desconocido, que acabó perdiéndose en el bosque causando un estruendo arrollador.
El 9 de diciembre de 1965 tuvo lugar en un poblado del estado de Pensilvania, EE.UU., un evento que hasta la actualidad se considera un misterio por resolver: nos referimos al famoso incidente de Kecksburg. En medio de la noche, apareció en el cielo un objeto luminoso desconocido, que acabó perdiéndose en el bosque causando un estruendo arrollador.
Aunque las autoridades del lugar realizaron su búsqueda, al parecer no dio resultado alguno, de modo que los lugareños se dieron a la tarea de descubrir dónde exactamente había impactado aquél raro objeto y de qué podría tratarse. Muchos fueron testigos de la presencia de un enorme cuerpo extraño que despedía luz.
Finalmente, la policía acordonó el lugar para toparse con un objeto sorprendente en forma de bellota, que alcanzaba los 3 metros de tamaño. Los testimonios de estos oficiales señalan que en su base podían leerse unos símbolos foráneos que nadie logró identificar con exactitud.
Mas he aquí que de pronto ―y esto es algo que no nos tomará por sorpresa― de la nada aparecieron unos supuestos agentes del buró federal que expulsaron a los propios oficiales locales con el argumento de poner la zona en cuarentena. Lo que realmente sucedió es que los militares tomaron el lugar y cortaron todo flujo de información hacia el exterior.
Posteriormente, se trató de convencer a la opinión pública de que no se había encontrado nada o, en el peor de los casos, de que se trataba de un meteorito o un trozo de satélite errante. Hubo incluso casos de periodistas que habían realizado investigaciones profundas sobre el tema, a los cuales se les censuró de tal forma que acabaron por aportar nada o casi nada a la curiosidad de la gente.
A lo largo de los años, diversas han sido las exigencias que se le han hecho a la NASA para que aporte información sobre el ovni del pueblo de Kecksburg, pero la institución ha permanecido cruzada de brazos alegando justificaciones que en muchos casos se contradicen entre sí o no parecen razonables.
Lo cierto es que nadie parece tener elemento sólido alguno que dé cuenta de los sucesos acaecidos aquella enigmática noche de 1965 y el incidente de Kecksburg continúa siendo, junto a muchos otros fenómenos de avistamientos, un misterio aún por resolver.
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