Las Islas Heard y McDonald son un conjunto de islas deshabitadas que llevan los nombres de los expedicionarios que las descubrieron y desembarcaron en ellas...
Las Islas Heard y McDonald son un conjunto de islas deshabitadas que llevan los nombres de los expedicionarios que las descubrieron y desembarcaron en ellas en el año de 1855.
Actualmente pertenecen a Australia. La Heard es la isla de mayor extensión que alberga el pico más alto del país: el Volcán Mawson que mide 2.745 metros de altura. La segunda isla es pequeña y rocosa. Se ubican en el Océano Índico, más cercanas a la Antártida, por eso el clima es extremadamente frío y están cubiertas de nieve la mayor parte del tiempo.
Años después de su descubrimiento, otros navegantes lograron visitar la isla para percatarse de su riqueza en focas, leones marinos y aves. Desde este momento se convirtió en un punto importante para cazadores y comerciantes quienes decidieron vivir en condiciones precarias para satisfacer sus ambiciones de venta y distribución de pieles, carnes y aceites.
Para cuando se retiraron del lugar habían casi exterminado a los leones marinos. En 1990 la UNESCO le otorgó el Título de Patrimonio Natural de la Humanidad por lo que se prohibió la caza y la pesca en este sitio.
A principios del 2014 se publicó en internet una convocatoria para un viaje a la Isla Heard. Se solicitaba el siguiente equipaje: ropa térmica para temperaturas inferiores a los diez grados centígrados, calzado especial para nieve y para poder escalar montañas, cuerdas, picos, seguro de vida y una suma de 25.000 euros. El objetivo del viaje: escalar el Volcán Mawson, llegar hasta su cráter e investigar su actividad, así como la posibilidad de vida en el coloso. Asimismo, se exigían capacidades físicas de los interesados para la realización de algunas actividades de navegación durante la travesía.
Todas las expediciones realizadas a este paraje durante el siglo veinte, efectuadas en su mayoría por el Centro de Investigación de la Antártida de Australia y National Geographic, fueron con fines de investigación; se construyó una base científica compuesta de 35 edificios equipados. Actualmente están en desuso.
Debido a su remota ubicación y su clima inhóspito, resultan imposible las actividades turísticas como se conocen. A menos que el interés sea el deporte extremo como escalar un volcán en actividad o sobrevivir en una isla apartada del mundo moderno.
A partir del nombramiento de la Isla Heard como Patrimonio Natural de la Humanidad, los viajes realizados a este sitio fueron de limpieza, es decir, retirar, del paisaje natural los desechos causados por la actividad humana en el desarrollo de las investigaciones científicas, quedando solamente la estructura de la base científica.
A esta fecha se han agotado los temas de estudio científico en esta Isla pues como se comentó al inicio, se encuentra actualmente deshabitada. No se conoce ninguna historia de misterio o de peligro. Sin embargo, se antoja que algún cineasta aventurero y un guionista amante del “thriller” realice una formidable película de terror en honor a la Isla Heard.
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