Hace alrededor de 25 años, en las elevaciones cercanas a Madrid, tuvo lugar un extraño incidente que ha quedado fijado en la historia como el misterioso caso del Niño de Somosierra. Se trata de la desaparición de un menor en las circunstancias más inexplicables, esto es, la explosión de un camión lleno de ácido, que era conducido por sus padres.
Hace alrededor de 25 años, en las elevaciones cercanas a Madrid (España), tuvo lugar un extraño incidente que ha quedado fijado en la historia como el misterioso caso del Niño de Somosierra. Se trata de la desaparición de un menor en las circunstancias más inexplicables, esto es, la explosión de un camión lleno de ácido, que era conducido por sus padres.
La historia misma suena confusa: en la mañana del 26 de julio de 1986 viajaban un conductor y su esposa en dirección a Bilbao (España) en un camión que trasladaba ácido sulfúrico. Al transitar por la elevación llamada Somosierra, que se considera muy abrupta, la velocidad del carro era tan excesiva que inevitablemente se produjo un accidente. Claro está, tanto el conductor como su esposa murieron a causa del derrame de tan potente sustancia sobre sus cuerpos.
El hecho en sí mismo no hubiera llamado tanto la atención, si no fuera porque al realizarse las indagaciones pertinentes un familiar indicó que los padres viajaban con su hijo (Juan Pedro Martínez Gómez, de 10 años). Sin embargo, en los análisis posteriores que se hicieron de los restos del accidente no se encontraron rastros de una tercera persona.
Aun cuando la idea de que el ácido hubiera disuelto todo el cuerpo del niño pasó por la mente de los detectives, los expertos descartaron dicha hipótesis ya que siempre quedarían trazas óseas o algo que identificara la existencia de otro organismo humano.
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| Juan Pedro Martínez Gómez |
En el curso de las investigaciones, se rastreó toda la zona en derredor, pero nada significativo apareció finalmente. Empero, sí pudo saberse que el transporte había hecho 12 escalas en media hora sin una posible causa. Además, testigos afirmaron haber visto una camioneta de color blanco, de la cual se bajaron dos hombres vestidos de ese mismo color para llevarse del camión una especie de bulto.
Por estos elementos, la teoría del secuestro ha sido una de las más aceptadas. Ahora bien, muchos han comenzado a especular sobre la posibilidad de un cambio de dimensiones, una abducción alienígena o hasta de la existencia de seres demoníacos.
Lo cierto es que nadie ha arrojado nuevas luces sobre este este trágico evento y el misterioso caso del Niño de Somosierra continúa siendo una de esas interrogantes que pone a los investigadores a dudar.
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