Parece simple, ¿verdad? Pero, ¿qué pasaría si supiesen que todas las fechas por las que nos guiamos y que creemos tan exactas —lo aceptamos casi sin discusión— están mal? Por difícil que parezca, quizás todos estamos muy equivocados y este, posiblemente, no sea ni siquiera el año 2018. Suena terrorífico, confuso.
Basta con hacer una rápida búsqueda en internet —Wikipedia puede ser un buen sitio— para saber la fecha de cualquier cosa: ¿Cuándo nació aquel famoso? ¿En qué año murió el rey Fulano de Tal? ¿En qué temporada Cristiano Ronaldo se fue al Real Madrid?, etc.
Parece simple, ¿verdad? Pero, ¿qué pasaría si supiesen que todas las fechas por las que nos guiamos y que creemos tan exactas —lo aceptamos casi sin discusión— están mal? Por difícil que parezca, quizás todos estamos muy equivocados y este, posiblemente, no sea ni siquiera el año 2018. Suena terrorífico, confuso.
¿Cuándo, en qué fechas pasan las cosas? Es una pregunta que el ser humano se ha hecho desde hace miles de años. Es algo natural. Según algunos expertos, han existido más de 50 calendarios históricos reconocidos.
Ahora vivimos en un mundo globalizado, con todas las personas interconectadas. En estos tiempos de economía mundial, de crisis que repercuten de un lado a otro de la Tierra y eventos deportivos que podemos ver en cualquier lugar parece imposible imaginar que vivamos en años distintos.
Pero, en el pasado, cada civilización, cada cultura, tenía su calendario específico, con referencias históricas propias. Era todo un lío y, por esa razón, es difícil establecer un punto de referencia común para todos.
No estamos en el 2018, sino en el siglo XVIII
Cuando se trata de ponerlo todo en duda, siempre hay personas que tiran del hilo hasta el final.
Dos alemanes —los historiadores Heribert Illig y Hans-Ulrich Niemitz— dicen que, en realidad, vivimos el año 1720. Eso significaría que nos han sumado a nuestra época tres siglos, aproximadamente. ¿Asombroso, verdad?
Estos expertos alemanes defienden una teoría que asegura que, entre los siglos VIII y XI no pasó casi nada. Se trata de una época muy oscura de la historia de la que no tenemos mucha información y datos. Así, los alemanes alegan que los documentos datados de ese período bien podrían ser casi todos falsos e intrascendentes. Lo llaman “tiempo fantasma”.
Todo se debería a una conspiración entre el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, Otón II, y el papa Silvestre II que decidieron alterar las fechas para justificar el acceso al poder europeo de entonces.
¿Cómo podía justificarse una mentira de tal tamaño? Hoy, quizás, resultaría imposible, pero recordemos que se trataba de una época donde predominaba la fe sobre la razón y, además, donde casi nadie sabía leer o escribir.
Los que no están en 2018
Pero no todo es cosa del pasado. En la actualidad responder a la simple pregunta de “¿en qué año estamos?” sigue siendo complicado. Veamos algunos ejemplos.
En la gran mayoría de los países nos regimos por el calendario gregoriano (que data del siglo XIII). Según el juliano, el primer día del año sería el 14 de enero (del calendario gregoriano). Toda una complicación.
En Tailandia se está viviendo actualmente el año 2561, ya que se rigen por el calendario lunar budista.
En Etiopía hoy sería el año 2011. En ese atípico calendario los días no comienzan a medianoche, sino con la salida del sol.
Israel usa el calendario gregoriano a la par que el calendario hebreo. Siguiendo lo que señala este último, estamos ahora en el año 5778, dicho sea de paso coincidiría con las teorías del tiempo fantasma de Heribert Illig y Hans-Ulrich Niemitz.
En Pakistán, país que considera como válido el calendario musulmán, viven hoy el año 1439.
Irán también tiene su propia forma de medir el paso de los días, meses y años. Según el calendario iraní sería hoy el año 1396.
En Japón los más tradicionales calculan el año por los años de gobierno de los emperadores. En la actualidad el emperador es Akihito que lidera su año 30, por lo que, entonces, los japoneses viven en año 30 de su gobernación.
El calendario chino —que rige también para Mongolia, Vietnam y Camboya— se basa en los cilos astronómicos del planeta Júpiter. El 2018 sería para ellos el 4716.
¿Curioso, no? y sobre todo muy confuso. Lo cierto y la verdad es que nadie sabemos en que año estamos, ese es un misterio.
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Y aún se podrían añadir otros calendarios como el MAYA o el de la cultura INCA...Para cuando la unificación...? Algo así como el Esperanto de los idiomas universales...Todo es muy confuso!.
ResponderEliminarAl parecer cada uno tiene una idea que se conectan entre si pero a la vez no encuentro la lógica...
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