La muerte psicosomática o muerte de vudú es un término dado por el científico Walter Cannon en 1942 que describe como el miedo puede provocarnos la muerte súbita. Esto es que la persona sienta un pánico tan abrupto, causando un choque emocional que resulta en la muerte por diversas razones médicas en menos de 24 horas.
La muerte psicosomática, psicogénica, o muerte de vudú es un término dado por el científico Walter Cannon en 1942 que describe como el miedo puede provocarnos la muerte súbita. Esto es que la persona sienta un pánico tan abrupto, causando un choque emocional que resulta en la muerte por diversas razones médicas en menos de 24 horas.
Esta causa de muerte es poco conocida, en su tiempo se creía que simplemente estos cambios bruscos de emociones o de impactos causaban la muerte; sin embargo, científicos que han continuado con estos estudios hasta la actualidad han dado a conocer que se puede morir lentamente a causa de esta "enfermedad", ya que está relacionada con los conflictos psicológicos diarios que una persona puede experimentar y sus reacciones físicas.
Este fenómeno es muy común en sociedades nativas o en sociedades conservadoras. Es una mezcla de la ruptura de las creencias religiosas/sociales, conocidas como tabúes las cuales afecta a la persona a nivel emocional. Comúnmente la emoción es el miedo y éste se externa de forma física. Por ejemplo: cuando a una persona se le dice que tiene una maldición, su creencia es tan fuerte que puede provocar en su organismo síntomas variables de enfermedades no relacionadas entre sí, hasta llegar al fallecimiento.
Ante esto otros autores rechazaron esta versión, diciendo que en realidad se trataba de una superstición exagerada y no una causa médica o científica, más bien social.
Actualmente, el fallecimiento por fobias también es incluido en el tipo de muerte psicosomática ya que es provocada por un miedo excesivo a una situación o cosa que termina con el colapso o desmayo de la persona, provocado probablemente por un fallo cardio-respiratorio. Otro ejemplo que los científicos han incluido en este campo es el mal de amores, si es bien dicho que no se puede morir de amor, una decepción amorosa puede hacer que la persona muera de inanición o alguna enfermedad cardíaca.
El estrés y la depresión son las emociones que encabezan el siglo XXI. Hoy en día se le considera una enfermedad al estrés, pero según dicen “no hay enfermedades, hay enfermos” y los estudios revelan que esto puede ser verdad porque éste sentimiento provoca ulceras y problemas digestivos de todo tipo, al igual que migrañas y ansiedad. Con el tiempo esto deteriora la salud y la calidad de vida de las personas. En los casos más extremos puede causar infartos y hemorragias cerebrales.
La depresión disminuye la respuesta del sistema inmunológico lo que conlleva a contraer enfermedades tan simples como la gripe, que pueden llegar a ser graves. Ésta puede conducir a la inanición, luego desesperanza y finalmente suicidio. La solución es el tratamiento inmediato de la persona con psicólogos y en algunos casos medicina alternativa.
Hay gente que se sugestiona de estar enferma o padeciendo algún mal, la mente es poderosa y prolongados pensamientos de ésta naturaleza, pueden hacer que persona sufra una muerte psicosomática.
El cuerpo, la mente y el espíritu son uno y si los tres mantienen un equilibrio en armonía, la salud física de la persona tendrá excelentes resultados, más si alguno sufre cierta alteración puede dar como consecuencia malestares físicos o enfermedades psicosomáticas.
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