De todas las leyendas urbanas que he escuchado en la vida esta que les narraré hoy produce en mí el más peculiar interés, quizás por las condiciones que rodean el caso. Estoy hablándoles del espectro de Ovruch, un fantasma cuya historia surge en una ciudad de Ucrania a fines de los noventa, una década después de la conocida tragedia de la Central Nuclear de Chernovil.
De todas las leyendas urbanas que he escuchado en la vida esta que les narraré hoy produce en mí el más peculiar interés, quizás por las condiciones que rodean el caso. Estoy hablándoles del espectro de Ovruch, un fantasma cuya historia surge en una ciudad de Ucrania a fines de los noventa, una década después de la conocida tragedia de la Central Nuclear de Chernovil.
Cuentan los lugareños que en las madrugadas de Ovruch deambula alrededor de la iglesia una figura oscura, vestida de negro, cuyos dedos son extremadamente largos y su cara y ojos deformes. De su protuberante cabeza le nace, cuál tentáculos, un cabello rubio e hirsuto que se eleva terrorífico hacia el cielo. Su imagen completa es un llamado a la locura.
Los pocos testigos que han presenciado sus apariciones afirman que su rostro, aunque desolado y delirante, no da lugar a duda: se trata de alguien joven que alberga en sí sentimientos ambivalentes de odio y culpa. Gusta de lugares solitarios y mientras vaga suele arrodillarse profiriendo gritos agudos, como si por dentro lo quemase un fuego infernal.
Existen algunas hipótesis que subyacen a esta leyenda urbana tan reciente, pero definitivamente la más probable se relaciona con los eventos resultantes de la catástrofe de Chernovil. Después de este accidente nuclear, tanto Pripiat como la propia Chernovil terminaron por ser ciudades fantasmas.
Muchas personas que fueron desalojadas se dirigieron a zonas adyacentes, libres de radiactividad, como Ovruch. Entre ellas se encontraba una viuda con sus cinco hijos, de los cuales había uno que nunca fue visto, aunque se escuchaban algunos gritos en el interior de la casa.
Se piensa que el espectro de Ovruch sea justamente este hijo más joven, quien, creyendo culpable a su madre de sus deformaciones genéticas, una noche acabó poniendo fin a la vida de su familia, para luego terminar incinerado, por combustión interna. Ahora es un alma en pena que sufre por la culpa, odiando a todos y a sí mismo.
Como es natural, la historia se ha llenado de elementos cada vez más fantásticos, pero aun así, no existen explicaciones verdaderamente concluyentes para este trágico suceso, que, lamentablemente, involucró la vida de un ser tan joven y que ha dado lugar al nacimiento de esta interesante leyenda urbana, la del espectro de Ovrich.
@rusiluna
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