Con decir que se trata de una película basada en un libro del autor de superventas Stephen King debería bastar para ir al cine y ver la película. Pero hay más, It (2017) —Eso, en países de habla hispana— es un buen filme, más allá de su origen literario.
Con decir que se trata de una película basada en un libro del autor de superventas Stephen King debería bastar para ir al cine y ver la película. Pero hay más, It (2017) —Eso, en países de habla hispana— es un buen filme, más allá de su origen literario.
Ya hubo una adaptación del libro de King a inicios de los años 90 del siglo pasado y el resultado fue una miniserie que fue un fiasco a pesar de que algunos seguidores la consideren de culto. Claro, los realizadores solo contaron con 900.000 dólares. No podían hacer magia con el presupuesto.
Entonces, en 2017 llega It, la película, a tres décadas de la publicación del libro del autor de Carrie y El resplandor. Había dudas tanto entre los realizadores del filme como los fanáticos de la novela, pero el resultado deja más satisfacción que desdichas.
It (2017), a diferencia de la miniserie de 1990, recupera la esencia de la novela de King, maestro en crear ambientes aterradores nacidos de la nada. Además, la película nos lleva a recordar nuestros mejores momentos con los amigos de la niñez. Para muchos —sobre todo aquellos nacidos a finales de los 70 e inicios de los 80 del siglo XX— It (2017) es un homenaje a la nostalgia.
Los números también han dicho su palabra. It (2017) ya recauda casi 700 millones de dólares en taquilla, lo que la incluye entre las 10 películas más rentables del año a pesar de que su presupuesto es de los más bajos del top ten: 35 millones de dólares. Beneficio económico puro.
La película está dirigida por el argentino Andrés Muschietti —un hombre que sabe lo que es el terror, si no, recordemos Mamá (2013)—, quien tomó el proyecto tras la salida de Cary Fukunaga —director-productor en la serie True Detective (2014).
Muschietti fue capaz de dirigir con buen pulso. Las críticas, en su mayoría, han sido positivas y destacan la dirección del argentino, las actuaciones de los niños —niños de verdad y no adultos camuflados— y la fidelidad al texto de Stephen King.
El sur de Ontario, Canadá, sirvió de locación para It (2017) y hace que la fotografía del filme sea maravillosa. Es una película que no puedes dejar de ver si eres un fanático de los clásicos. Y, luego, quizás la veas otra vez.
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