¿Qué sucedió con los niños Sodder?, aquí un recuento de los hechos y el misterio...
George y Jennie Sodder de Virginia Occidental (Estados Unidos) se vieron obligados en 1945 a hacer frente no solo a la pérdida inconmensurable de sus hijos, sino también a las misteriosas circunstancias que rodearon esa pérdida. Después de que la casa de los Sodder se quemara la noche antes de la Navidad de 1945, cinco de los diez hijos de la familia Sodder seguían vivos pero... ¿y los otros cinco? Un misterio total, todos los informes indicaron que se habían desvanecido en el aire, literalmente.
George Sodder se había trasladado siendo un adolescente a EEUU junto a su hermano. En Virginia Occidental, donde había vivido y trabajado durante unos años, había conocido a Jennie Cipriani, que al igual que él había nacido en Italia y llegado a Norteamérica siendo niña, y se casó con ella. Juntos habían tenido diez hijos. Con mucho trabajo y sacrificio, George Sodder había logrado levantar una pequeña empresa de transporte de mercancías.
Aquella noche de la tragedia la familia dormía tranquilamente. En la planta baja de la casa dormía el matrimonio con cuatro de sus hijos, mientras que los otros cinco lo hacían en la planta superior. Faltaba Joseph, alistado en el ejército y movilizado con su regimiento. Ya entrada la madrugada, sonó el teléfono. Jennie Sodder se levantó a responder, pero resultó ser una equivocación. Le llamó la atención que las luces de la escalera estuviesen encendidas y que la puerta principal no estuviese cerrada con llave, pero supuso que sus hijos seguían en sus camas y se limitó a cerrar la puerta. Tras volver a la cama, y mientras trataba de conciliar el sueño, Jennie escuchó un ruido seco, como de algo que caía al suelo en el piso superior, y poco después notó olor a humo. Era aproximadamente la 1:30 de la mañana y el incendio de la casa había comenzado.
George y Jennie Sodder hicieron todo lo posible por rescatar a sus hijos, los que estaban en la planta baja salieron a tiempo, pero el misterio yace en que los que se encontraban en la planta superior nunca aparecieron ni para ser rescatados. George y Jennie Sodder gritaron tratando de avisar a los niños que dormían arriba, pero no obtuvieron respuesta, por lo que abandonaron la casa pensando que a lo mejor ya habían salido. George trató de acceder a las habitaciones a través de las ventanas con una escalera que había tras la casa, pero misteriosamente la escalera no estaba donde la habían dejado. Intentó arrancar alguno de sus camiones para acercarlo a la casa y que los niños pudieran saltar, pero fue incapaz de encender ninguno, estaban dañados misteriosamente.
En las ruinas del incendio, no se pudo encontrar evidencia física de los niños, lo cual es virtualmente imposible desde el punto de vista científico ya que deben quedar signos y evidencias de los cuerpos. Pero eso no era todo. Aparentemente, George trató de salvar a los niños que creía que aún estaban atrapados adentro de la vivienda que se quemaba pero jamas los encontró; las líneas telefónicas de la casa se encontraron cortadas (como que todo estaba ya planeado).
Una mujer afirmó haber visto a los cinco niños desaparecidos mirando desde un auto que pasaba por allí mientras el fuego estaba consumiendo todo; y una mujer en un hotel de Charleston (Carolina del Sur - Estados Unidos) que vio las fotos de los niños en un periódico cuando se publicó la nota de este extraño y misterioso caso, dijo que había visto a cuatro de las cinco niños una semana después del incendio pasar por allí.
"Los niños estaban acompañados por dos mujeres y dos hombres, todos parecían italianos", dijo en un comunicado. "Traté de hablar con los niños de manera amistosa, pero los hombres parecían hostiles ... y no lo permitieron".
La familia Sodder teorizó que los niños habían sido secuestrados, tal vez en un intento de extorsión por dinero, tal vez para obligar a George a unirse a la mafia local (los Sodder eran inmigrantes italianos), o tal vez en represalia por la abierta crítica que George hacía a Mussolini y al gobierno fascista de Italia en aquellos días.
Desde la década de 1950 hasta la muerte de Jennie Sodder a fines de la década de 1980, la familia Sodder mantuvo investigaciones con agentes privados e imágenes de los cinco niños desaparecidos ofreciendo una recompensa por la información. Lo cierto es que nunca se supo que mismo sucedió con los cinco niños, es un misterio y el caso está cerrado.
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