"...la noche en que el granjero decidió investigar, encontró a los pollos reunidos en círculo, mirando fijamente a una figura oscura..."
La Granja. En una granja remota situada en las afueras de un pequeño pueblo de la campiña francesa, los lugareños hablaban de extraños sucesos que ocurrían entre los pollos. Los animales, que antes solo actuaban siguiendo sus instintos naturales, comenzaron a mostrar comportamientos inquietantes. En lugar de cacarear como de costumbre, los pollos empezaron a susurrar entre ellos, como si estuvieran conspirando. Además, se les vio caminando en fila india por el patio de la granja, imitando el comportamiento humano. La noche en que el granjero decidió investigar, encontró a los pollos reunidos en círculo, mirando fijamente a una figura oscura que se alzaba en el centro del corral. Aterrado, el granjero huyó y nunca volvió. Desde entonces, se dice que la granja sigue habitada por los pollos que adoptaron comportamientos humanos, esperando a que alguien se atreva a acercarse.
Charlie. En un laboratorio de investigación de primates en los Estados Unidos, los científicos estaban llevando a cabo experimentos para enseñarle a un grupo de monos a comunicarse con los humanos utilizando dispositivos de comunicación simples. Todo iba bien hasta que uno de los monos, llamado Charlie, comenzó a mostrar signos de inteligencia inusual. Charlie, a diferencia de los otros monos, parecía entender el significado de las palabras y las frases que aprendía. Pero lo más inquietante fue cuando los investigadores escucharon a Charlie hablar por primera vez. En una voz ronca y humana, Charlie pronunció las palabras: "Estoy atrapado". A medida que pasaban los días, los informes sobre el comportamiento de Charlie se volvieron cada vez más perturbadores. Hablaba de recuerdos que no podían ser suyos y hacía predicciones ominosas sobre el futuro del mundo. Finalmente, en una noche de tormenta, los científicos encontraron la jaula de Charlie vacía, con las palabras "Libre al fin" escritas en las paredes de la sala. Desde entonces, se dice que la figura de un mono con ojos humanos acecha en los rincones oscuros del laboratorio, esperando volver a ser escuchado.
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