¿Alguna vez se han preguntado que hay detrás de los chats y las redes sociales?. ¿Alguna ocasión han pensado en la computadora como enlace hacia lo terrorífico? Hoy les voy a contar una historia siniestra que en efecto sucedió y quedó en el misterio hasta ahora. Una pesadilla hecha realidad en donde cualquier parecido es coincidencia. Se que la van a disfrutar los amantes del miedo. Pónganse muy cómodos, escojan música de fondo y a leer este caso insólito.
¿Alguna vez han meditado que hay detrás de los chats y las redes sociales?. ¿Alguna ocasión han pensado en la computadora como enlace hacia lo terrorífico? Hoy les voy a contar un relato siniestro, de mis favoritas historias de terror, que en efecto sucedió y quedó en el misterio hasta ahora. Una pesadilla hecha realidad en donde cualquier parecido es coincidencia. Se que la van a disfrutar los amantes del miedo. Pónganse muy cómodos, escojan música de fondo y a leer este caso insólito titulado:
La cita demoníaca
En una de mis investigaciones por el centro de internos con demencia en mi ciudad, me vi obligado a indagar algo insólito cuando conocí el misterioso caso de Mario (nombre ficticio que le ha sido dado para proteger la identidad del joven que ahora yace en un hospital psiquiátrico). Era un muchacho de 21 años, universitario, alegre y divertido que jamás imaginó que el peor día de su vida, llegaría a través de su propia computadora. Estudiante de Diseño gráfico y buen alumno, Mario se distinguía siempre por su don de gentes y excelentes calificaciones. Las personas que lo conocían lo describen como tranquilo y responsable.
Día tras día, mientras iba al centro de rehabilitación en cuestión, usé mi diario personal para recoger las notas que logré obtener de Mario muy difícilmente, ayudado también por dibujos que él me proporcionaba y así pude armar otra versión, frente a la que había sido reportada por la policía. Presten atención.
Desde que estaba en el colegio, el inquieto adolescente deseaba tener una enamorada que le ame a él con todo su fuerza y que dure mucho tiempo; pero el destino le negó esa dicha, dado que jamás logró una relación estable. Cualquier cosa sucedía y finalmente aquél que soñaba con una linda familia, terminaba solo y desamparado. Y no era su culpa, si no que cupido no estaba de su parte y todas sus enamoradas tenían que cambiarse de ciudad o irse lejos por cualquier motivo. La computadora terminaba siendo su mejor compañía. Así, en menos de lo que demoramos en pestañear, Mario terminaba el colegio, solo y demasiado triste. -El amor no es para mí- decía en solitario. Empero, sus esperanzas se centraban en la Universidad, donde tendría más oportunidades.
Cuando se decidió por Diseño gráfico, lo hizo porque desde niño amaba el dibujo. Sus largas noches de tristeza eran aprovechadas para graficar y colorear bocetos maravillosos, que expresaban su terrible soledad, pero aun así eran hermosos. En el curso donde se encontraba, todas las posibles candidatas para él, estaban ya comprometidas, cosa que le deprimió sobremanera. Un buen día, cansado de todo aquello y sin más opción, decidió entrar a lo que nunca le había gustado ni llamado la atención, una sala de chat.
Conoció mucha gente de algunos lugares y países diferentes, compartía ideas y comentarios pero no era lo que buscaba. Amigas iban y venían en largas horas de conversación, que al tiempo ni siquiera lo sentía. Sus padres se preocupaban porque Mario ya no salía de su cuarto muy a menudo como antes y sus habituales horarios habían desaparecido. Rápidamente se convirtió en un ser noctámbulo. Se mantenía chateando por largas horas y era esa búsqueda obsesionada de encontrar el amor, lo que lo mantenía preso. Finalmente cuando ya estaba a punto de rendirse y resignarse a su irremediable destino en aquella larga noche oscura y fría, leyó en la pantalla un -Hola, como estás. ¿Podemos ser amigos?-
Los ojos del joven que empezaba a ilusionarse brincaron de emoción, jamás le había pasado y era una chica muy bonita (al menos eso decía la imagen en la pantalla). Era sumamente raro que alguien le escribiese a tan alta horas de la noche; pero en fin, empezó el intercambio de palabras y resultaron en grandes amigos. Para feliz coincidencia, ella era de la misma ciudad del muchacho, aunque de otra Universidad. Estaba en las redes sociales, tenía unas fotos hermosas que cautivaron aún más al galante y un buen círculo de amigos a su alrededor. Después de una semana de adicción a las intensas conversaciones con esta hermosa dama, Mario consiguió el número telefónico. ¡La cita estaba próxima!.
Todo resultó ser genial, ¡la verdad es que nunca había sido mejor que ahora!. -En el Internet encontré la mujer de mi vida, ¡al fin!- cavilaba mientras caminaba meditabundo desde la facultad de Ciencias en la U, hasta su casa. Ni bien terminaba de cenar apresurado (cosa que sus padres no terminaban de entender), encendía el ordenador y se conectaba con esta interesante dama que misteriosamente siempre estaba disponible a media noche. Seguían alimentando esa relación hasta que Mario decidió marcar el número telefónico de la musa de su inspiración.
-¡Oh que voz tan hermosa!- pensaba el joven, mientras la escuchaba.
Y es que en efecto, era una chica muy encantadora, de las que te roban los pensamientos. Luego de tres días de conversación telefónica y tres semanas de intensa palabrería, planearon el anhelado encuentro para el fin de semana próximo y en la noche. Ella aludía que en el día, era sumamente ocupada. El lugar ideal para verse sería el parque central. Mario estaba impaciente.
Y es que en efecto, era una chica muy encantadora, de las que te roban los pensamientos. Luego de tres días de conversación telefónica y tres semanas de intensa palabrería, planearon el anhelado encuentro para el fin de semana próximo y en la noche. Ella aludía que en el día, era sumamente ocupada. El lugar ideal para verse sería el parque central. Mario estaba impaciente.
El momento llegó y el joven tenía puesto su mejor ropa, una casaca de cuero elegante, un jean a la moda y unos zapatos que lucían por el brillo de la tinta negra. Esperaba vehemente a su encantadora princesa que tanto le había hecho soñar. A veces la intriga entraba en su mente y pensaba: -¿ porqué siempre se conecta solamente a media noche?- Pero evadía tales consideraciones, la felicidad era más grande.
La vio venir, de lejos, hermosa, alta y radiante. El corazón del galán latía más y más fuerte. La mirada penetrante de aquellos ojos color miel, lo hipnotizaban. El viento frío de la noche hacían que el cabello oscuro y lacio de la princesa, se mueva en un va y ven de elegancia. Vestía toda de negro y cuando Mario despertó de su sueño, ella ya estaba junto a él, con sus labios carmesí que invitaban al beso y así sucedió. Fue la noche más maravillosa e increíble del joven enamorado, en mucho tiempo.
Tomados de la mano caminaron, él no podía creer que tanto amor le alcanzaría de un rato para el otro. Llegaron hasta un callejón abandonado y allí ella exclamó: -amor, déjame contarte una historia aquí, es importante-. Mario no vaciló en preguntar nada, tan afectado por los nervios estaba que contestó titubeante: -prosigue mi princesa-
Ella lo miró fijamente y le dijo: -Hace tres años, me enamoré demasiado y conocí a alguien especial por el chat. Todo empezó a ser perfecto como lo nuestro ahora y cuando salí con aquél, nos dimos un beso maravilloso y él me trajo hasta este sitio.-
Ella lo miró fijamente y le dijo: -Hace tres años, me enamoré demasiado y conocí a alguien especial por el chat. Todo empezó a ser perfecto como lo nuestro ahora y cuando salí con aquél, nos dimos un beso maravilloso y él me trajo hasta este sitio.-
-No entiendo amor, ¿porqué me cuentas todo esto?- interrogó el joven preocupado y sintiéndose extraño. Ella prosiguió: -Cuando aquella persona a quien entregué todo mi amor y mi corazón, me trajo hasta este lugar nunca imaginé lo que sucedería...-. Mario sentía su corazón latir más de lo normal y empezó a asustarse seriamente. Inquirió nuevamente... -pero ¿qué sucedió?, dímelo de una buena vez, te lo pido de favor...-
Melissa, tal era el nombre de la princesa, expresó: -En este lugar, justo donde estoy parada ahora, él, aquél amor que pensaba sería verdadero, me asesinó cruelmente. Por eso te he traído hasta aquí. Necesitaba desahogarme.-
El galán no podía creer lo que escuchaba y se lanzó a reír a carcajadas producto del shock que sufrió con tal afirmación. Y mientras estaba en ese estado, la mano de su novia empezó a helarse e inmediatamente se convertía en un esqueleto revestido de una capa putrefacta de piel, en el estado mas terrible de descomposición. Su cara se derretía en los huesos y los ojos salían de sus agujeros. Los labios que se sumían hacia dentro, dejaban ver una hilera de dientes en medio de la calavera endemoniada que ahora poseía el rostro. ¡Melissa era un cadáver!
Mario se horrorizó, se arrojó al piso y perdió el habla al instante. Eran las 2:00 a.m, la profundidad de la noche había llegado.
Al día siguiente, la gente que lo encontró extrañamente abrazando un cadáver, llamó a la policía de inmediato. El muchacho se encontraba en estado de histeria y no podía pronunciar palabra alguna, gemía como un animal y nunca más se recuperó. Las investigaciones concluyeron que Mario desde el cementerio, esa noche robó el cuerpo de una señorita que había muerto hace un par de años, efectivamente asesinada.
El muchacho fue internado en un manicomio con el diagnóstico de "Demencia avanzada" y sus padres se afligieron profundamente sin nada poder hacer. -Era un buen hijo- dijeron entre lágrimas y grandes lamentos.
El muchacho fue internado en un manicomio con el diagnóstico de "Demencia avanzada" y sus padres se afligieron profundamente sin nada poder hacer. -Era un buen hijo- dijeron entre lágrimas y grandes lamentos.
Es triste ver que este estudiante haya terminado así, tenía mucho futuro en lo que hacía, su obsesión por el amor lo llevó a tales circunstancias. Por esa razón decidí yo mismo investigar y puedo aseverar que a lo mejor Mario no está del todo loco como se piensa, porque consiguió demasiada información de la persona que murió hace tiempo y sus padres son testigos de que hablaba con ella por teléfono cada noche. ¿Cómo lo hizo?.
Por ahora nadie va a querer abrir nuevamente este caso y es ese el argumento que me motivó a exponer la versión alternativa de esta historia macabra para ustedes apreciados lectores, contada por el mismísimo Mario, usando dibujos y escribiendo, porque el desdichado jamás recuperó el habla. Aquí se deduce claramente que este suceso tuvo que ver directamente con fuerzas sobrenaturales.
***
Por tales razones el concejo ahora es fijarse siempre con quien se está chateando, ¿estará viva?, no sea que vayamos a vivir historias de terror reales. Desde Misteriosa Realidad, esperando hayan disfrutado un instante. No olviden suscribirse a esta página para que reciban cuentos como éste y novedades en su email. También lo pueden hacer usando RSS. Hasta una próxima ocasión, volveré con más historias de terror.
Alex Méndez Romero
Alex Méndez Romero
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Más cuentos cortos de terror:
Suceso Inexplicable
Sonidos fúnebres. La historia de un asilo y una viejecita
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Imagen gracias a www.kostenlosewallpaper.com
Buenísimo el cuento, a veces la noche encierra secretos que nadie puede identificar...con quien realmente estamos conversando a través del chat?
ResponderEliminarMuy bueno,al menos Mario sobrevivió no fue asesinado. Aunque acabará internado
EliminarMuy bueno Alex,da un poco de pena el final de Mario al final sin chica y en un psiquiatrico,
ResponderEliminarMuy buena historia.
ResponderEliminarMe has enganchado a tu web, excelentes post.
Saludos