¿Eres de los que te gustan las montañas, aire fresco, caminatas y varias leyendas?, ¡pues no lo pienses dos veces!, Ingapirca te espera. Toma tu mochila, ropa abrigada y muchas ganas, porque vas hacia un lugar maravilloso, al encuentro de un mundo del pasado y sobre todo misterioso.
¿Eres de los que te gustan las montañas, aire fresco, caminatas y varias leyendas?, ¡pues no lo pienses dos veces!, Ingapirca te espera. Toma tu mochila, ropa abrigada y muchas ganas, porque vas hacia un lugar maravilloso, al encuentro de un mundo del pasado y sobre todo misterioso.
Ingapirca está situado en la Sierra, exactamente en la provincia del Cañar en una región hermosa del Ecuador. Hace muchos muchos años, Ingapirca (ahora en ruinas), era una fortaleza de los famosos Incas. Las leyendas cuentan que hubieron grandes batallas contra los bravos Cañaris, quienes defendían esta zona de la conquista del gran Imperio del Cuzco. El reino Cañari no se rendía fácilmente porque tenían una feroz resistencia que finalmente, fue superada por el enorme poder del ejercito de los Incas.
Con el paso del tiempo, el soberano Túpac Yupanqui jefe de los Incas, se ganó la confianza total de los bravos Cañaris, a tal punto que construyó su guardia personal con soldados que antes peleaban y defendían su territorio. Allí mismo, en la punta de un cerro, hizo construir el famoso Templo del Sol, ahora visitado por miles de turistas cada mes.
Finalmente por el año de 1533, se produce la conquista española de estas maravillosas tierras (Ingapirca que significa Pared del Inca). Los caballos que eran animales nuevos por aquél entonces para los Incas y Cañaris, infundieron miedo en ellos y muchos salieron despavoridos, huyendo a lo largo, donde la muerte los encontraría más tarde.
En Ingapirca existe la nombrada Cara del Inca, una escultura hecha en la piedra de una montaña alrededor de las ruinas. Una vieja leyenda cuenta que estaban por hacer también el rostro de una Mujer Inca y su pequeño hijo, pero en ese instante llegaron los españoles y con la invasión, aquél proyecto se perdió para siempre.
Al llegar a este lugar insólito y a la vez genial, sientes un aire diferente. Los cerros, el frío y el misterio que encierra este lugar, te transporta al instante hacia el pasado, para finalmente retroceder en el tiempo y ver las maravillas que estos grandes Incas y Cañaris lograron y que nada ha podido derrumbar esos muros imponentes de las Ruinas de Ingapirca. Cuando miras el museo del lugar, observas generaciones de guerreros y gente que ya no está, pero que dejaron un legado marcado en esas tierras para siempre.
Un paseo a Ingapirca es recomendado en su totalidad si eres aventurero, y si te vas para el famoso "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol" a mediados del año, disfrutarás aún más de danzas, folclor, comidas y tradiciones. Además, en las noches cuando el ocaso llega a ese fantástico reino del pasado, aun se pueden escuchar los sonidos de los ejércitos Incas y Cañaris al unísono. Y en lo más alto de la penumbra todavía se puede oir al gran Túpac Yupanqui entonando sus canciones favoritas en la cima de las murallas.
Alex Méndez Romero
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