Su primer reporte de existencia data de 1911, cuando el explorador geólogo australiano Thomas Griffith Taylor la vio y le dio el nombre de Valle Taylor. Era una bella catarata de líquido rojo, que según el geólogo teorizó, se debía a una extraña alga roja que provocaba ese color. Y si bien era una razonable explicación, esa no es la verdad que tiñe de color sangre las frías corrientes de agua, sino más bien, como expresan estudios de la NASA, la posibilidad de comprobar la existencia de vida en otros planetas.
Su primer reporte de existencia data de 1911, cuando el explorador geólogo australiano Thomas Griffith Taylor la vio y le dio el nombre de Valle Taylor. Era una bella catarata de líquido rojo, que según teorizó el geólogo, se debía a una extraña alga roja que provocaba ese color. Y si bien era una razonable explicación, esa no es la verdad que tiñe de color sangre las frías corrientes de agua, sino más bien, como expresan estudios de la NASA, la posibilidad de comprobar la existencia de vida en otros planetas.
No queremos con esto hacerles creer que se debe a seres del mas allá —aunque nadie dice que no— pero científicamente, el color rojizo sangre se debe al óxido de hierro. Y es que hay un complejo mini-ecosistema viviendo y metabolizando en este glaciar que data de millones de años.
Después de que el ion ferroso del agua salada entra en contacto con el oxígeno, ésta se oxida y se convierte en óxido de hierro. Los iones ferrosos provienen del Mioceno (división en la escala temporal geológica), más o menos cinco millones de años atrás. El glaciar Taylor no está congelado del todo, y en él se encuentra una salmuera (agua con una alta concentración de sal disuelta) cuatro veces mayor que la que se encuentra en el océano terrestre. Los análisis y estudios microbiológicos señalan como dijimos antes que hay un mini-ecosistema metabolizando iones de azufre y hierro. Bacterias autótrofas (organismos capaz de elaborar su propia materia orgánica, de la que se nutren, a partir de sustancias inorgánicas) de un subglacial extraño, con una población de al menos 17 especies diferentes de bacterias que viven y se desarrollan sin necesidad de oxígeno. En ninguna compleja parte de la naturaleza se había comprobado la existencia de seres vivientes como estos microbios que utilizan un sulfato como catalizador para respirar con iones férricos y metabolizar la materia orgánica microscópica atrapada en este compuesto químico.
En este misterioso glacial, según estudios y autores, se comprueba la teoría de la Glaciación Global, que explica que en un pasado la Tierra estuvo congelada por completo, pues aquí hay bacterias que quedaron encerradas en una “capsula del tiempo”, demostrando su capacidad de sobrevivir evolucionando de forma independiente diferente a las otras especies marinas que conocemos, siendo solo microbios antiguos que vivieron en un cuerpo de agua actualmente inaccesible, situado bajo el glaciar y que se formó hace unos 1.5 o 2 millones de años, según estimaciones.
Estos interesantes microorganismos, tuvieron como refugio los océanos cubiertos de hielo, creando ecosistemas microbianos independientes cuando la Tierra se cubrió de hielo durante el Eón Proterozoico hace unos 650 a 700 millones de años.
Con todos estos datos, la NASA aprende sobre la adaptación y la gama de evoluciones que la vida y los microorganismos en sí desarrollan por ellos mismos para sobrevivir. Nos enseña las situaciones extremas y adversas a las que pueden sobrevivir y desarrollar una variedad de habilidades para subsistir con los recursos que apenas tienen.
De esta forma, los científicos pueden determinar si en alguna parte de nuestro gigante Sistema Solar, Marte o Europa (la luna de Júpiter), puede haber alguna posibilidad de bacterias y otros microorganismos subsistentes sin necesidad de oxigeno u otros elementos. La NASA Astrobiology Institute especula que en estos astros en especial, se encuentre alguna forma de vida. Se dice "hay posibilidades" que estos cuerpos tengan ambientes líquidos de agua subglacial que propicien formas elementales de vida, pues en sus profundidades tendrían muchas oportunidades de existencia, por la protección de la radiación ultravioleta y cósmica.
La Antártida y otros bellos escenarios de nuestro planeta no dejan de arrojar datos y situaciones curiosas. Todos los días debemos permitirnos maravillarnos de la magia de la naturaleza y su inteligente forma de adaptación para sobrevivir, en especial por millones y millones de años. La sabia naturaleza de nuevo nos sorprende... ¿Con qué nos sorprenderá mañana? ¡Otro espectáculo que no hay que perderse de nuestro único y especial Planeta Tierra! Hasta la siguiente entrega amigos. Cuéntenos sus impresiones y liberen la curiosidad...
Por cierto... habrán muchos a quienes asuste este color rojizo de las aguas...pero a otros de seguro encantará.
http://www.misteriosarealidad.com
Adaptación:
Alex Méndez Romero
@halpamen
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Estas cataratas aún conservan el color rojizo de sus aguas? Te pregunto porque al principio dices que "era una catarata de liquido rojo". Como siempre, interesante tu post. Saludos.
ResponderEliminarHola Ma Gabriela!. Gracias por la inquietud, si las aguas aun conservan ese color impresionante, en la frase que mencionas se está refiriendo a ese tiempo, cuando Thomas Griffith Taylor la vio por vez primera y quedó magnánimamente maravillado. :) Saludos!
EliminarMuy interesante, y no lo conocía. Teniendo en cuenta que el rojo de la cascada es debido al mismo hierro que se lo da a la sangre pues da un poco más que pensar, sobre todo si lo utilizan para obtener oxígeno. En ese caso seríamos como comunas de bacterias con patas y teléfono. Un saludote Alex!
ResponderEliminarLa NASA anda por España, no se el lugar exactamente, pero tenemos un paraje muy similar a Marte en el que el agua esta rojiza, tal y como dices por el oxido de hierro, pero lo realmente curioso, es que hay vida... y se supone que no puede haberla... es todo un paradigma... gracias Alex
ResponderEliminarLa Antartida es tan sorprendente y llena de misterios! seguro esa es la razon por la cual a Google Earth le han prohibido mostrar imagenes de tan maravilloso continente.
ResponderEliminarCreo que Carlos se refiere al río Tinto, en Huelva. Aguas donde no puede, en principio, haber vida... de la forma como la conocemos. Pero sí hay, se trata de bacterias que podrían vivir en las condiciones climatológicas de Marte.
ResponderEliminarEso, eso, yo es que para los nombres, ultimamente soy un desastre, pero preguntarme por alguna Ley o artículo de laboral, jajajaja
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