Este bosque ha sido creado a base de lava volcánica hace cientos de años, y las leyendas locales cuentan que en este lugar viven muchos demonios de la mitología japonesa, que perturban las mentes de los que le visitan y que provocan actos fuera de su conciencia. Los torrentes de lava hicieron al igual que en Hawái, un lugar hecho de puro magma, y ahí se desarrolló lentamente un frondoso y fértil bosque en el que se dice es habitado por los demonios, y sus visitantes turistas —en especial jóvenes— sufren en algunos casos influencias en sus actos, a tal grado de llegar al suicidio, por lo que ganó la fama y respeto de “El Bosque Suicida de Aokigahara”. Numerosos fantasmas pasean y hacen rondas vigilantes de las embriagadas mentes perdidas por el paisaje, y así convencerlas de hacer de este misterioso bosque, el último lugar en sus vidas.
Este bosque ha sido creado a base de lava volcánica hace cientos de años, y las leyendas locales cuentan que en este lugar
viven muchos demonios de la mitología japonesa, que perturban las mentes de los que le visitan y que provocan actos fuera de su conciencia. Los torrentes de lava hicieron al igual que en
Hawái, un lugar hecho de
puro magma, y ahí se desarrolló lentamente un frondoso y fértil bosque en el que se dice
es habitado por los demonios, y sus visitantes turistas
—en especial jóvenes
— sufren en algunos casos influencias en sus actos, a tal grado de
llegar al suicidio, por lo que ganó la fama y respeto de “
El Bosque Suicida de Aokigahara”. Numerosos
fantasmas pasean y hacen rondas vigilantes de las embriagadas mentes perdidas por el paisaje, y así convencerlas de hacer de este
misterioso bosque, el último lugar en sus vidas.
En el fondo del Monte Fuji, con una extensión territorial de 35 km2, el conocido “Mar de Arboles” es popular entre los japoneses y los turistas del mundo por su alta importancia en la mitología japonesa, y porque aparentemente muchas personas mayormente jóvenes, lo escogen para suicidarse entre sus senderos. En la cultura japonesa se pueden encontrar historias y leyendas sobre demonios que le habitan, y se pueden encontrar en poemas y canticos de más de mil años de antigüedad, la afirmación de que éste bosque está maldito. Este lugar es tan buscado para el suicidio, que se han limitado los sitios a los que se puede ingresar aunque no prohibido, y se mantiene constante vigilancia, además de incluir mensajes de motivación por todos los senderos en varios idiomas que instan a evitar el acto de quitarse la vida.
Erupciones numerosas que datan entre los siglos
800 y 1083 d.C. son las que formaron esta interesante parte de nuestro curioso planeta. Está formado por
pura roca volcánica, lo cual dificulta trabajos de pico y pala, así que en su mayoría está casi “
virgen” y se ha mantenido exclusivamente para
excursionistas y
turistas que
acostumbran dejar cinta adhesiva de colores para no perderse al regresar. Alrededor del bosque también se encuentran senderos en los que grupos de voluntarios y
guardabosques los recorren para
buscar cadáveres y rastros de personas desaparecidas, pues constantemente se encuentran cuerpos de personas que deciden dejar el plano físico en este lugar.
Se dice que en la Japón feudal de mediados del siglo XIX, muchas familias se vieron azotadas por hambrunas y epidemias, así que sin posibilidades de cuidar a ancianos y niños, se hizo costumbre abandonarles en este bosque a su propia suerte, naciendo de ahí la historia de los fantasmas que le habitan. También dentro de la cultura popular actual, un escritor asiático llamado Seicho Matsumoto, publicó en 1960 una novela llamada “Nami No Tou” en la que al final los enamorados novios se suicidaban en este bosque. En 1993 se publicó el “manual del Suicidio” del autor Wataru Tsurumi, que hacia recomendación especial de este lugar como uno de los mejores para quitarse la vida.
Hay mil y un razones quizás para visitarle, entre estas es que al llegar a un kilómetro o un poco más, se pueden apreciar partes de este bosque que sólo muy pocas personas han recorrido; además cuenta con el bello lago Saiko, que por sí solo es un espectáculo de la naturaleza. Si alguna vez tienen la oportunidad de viajar a este paraíso asiático, no lo duden, pero les advertimos que disfruten de su viaje, del paisaje y la naturaleza, y no presten atención a las mil y un voces que puedan incitarle a tomar decisiones erróneas, pues al fin y al cabo ellas sólo hacen su trabajo, pero hay más para disfrutar en esta y las siguientes vidas... ¡Hasta nuestra siguiente entrega, amigos!
Kennet Falcón
http://www.misteriosarealidad.com
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Jaja, muy chulo, cualquier día lo pongo en un texto, me encantan estas historias, saludos
ResponderEliminarque miedo, por esa y mas razones no me gustaría visitar japón.... o por lo menos no salir a lugares como ese bosque...
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