Pocos son aquellos que en nuestros días no han escuchado hablar de la leyenda del rey Arturo. Y aunque resulta, sin dudas, uno de los ejemplos más representativos de la mitología medieval, lo cierto es que tan renombrada y fabulosa historia parece tener asideros en algunos lugares de Inglaterra, entre los cuales se destaca notablemente la Colina de Glastonbury o Isla de Avalon, nombre dado a este sitio por los antiguos habitantes de la región.
Pocos son aquellos que en nuestros días no han escuchado hablar de la leyenda del rey Arturo. Y aunque resulta, sin dudas, uno de los ejemplos más representativos de la mitología medieval, lo cierto es que tan renombrada y fabulosa historia parece tener asideros en algunos lugares de Inglaterra, entre los cuales se destaca notablemente la Colina de Glastonbury o Isla de Avalon, nombre dado a este sitio por los antiguos habitantes de la región.
En medio de una gran llanura de nombre Summerland, en la provincia de Somerset (Reino Unido), se yergue esta extraordinaria colina de forma cónica, cuyos lados muestran especies de terrazas que guardan cierta simetría y cuya enigmática finalidad aún no ha sido descubierta. Coronándola, podemos distinguir lo que parecen ser las ruinas de un viejo monasterio ―la iglesia de San Miguel―, fieles testigos de cuanta belleza hubo una vez.
Los celtas identificaban este lugar con la Isla de Avalon, espacio que comunicaba la realidad con el más allá. Para esta cultura y sus creencias paganas, se trataba de un sitio de gran valor espiritual y mágico, una suerte de portal entre mundos, a partir del cual se podía viajar al país de las hadas. Se dice que allí construyeron una academia de druidas donde podía alcanzarse la sabiduría.
Investigaciones hechas en las zonas que rodean la elevación han revelado que en épocas pasadas esta pudo haber estado rodeada de agua, lo cual indicaría su carácter de isla. Todos estos elementos sugieren la posibilidad de que el lugar sea precisamente aquella famosa Avalon, a donde, según narra la leyenda, fue llevado Arturo moribundo por su hermana Morgana, un espacio sagrado donde sanar.
Con el paso del tiempo, se construyó la primera abadía cristiana inglesa, sumándose a la tradición pagana existente la leyenda sobre el peregrinaje de José de Arimatea, quien supuestamente, tras la muerte de Jesús, emigró a este lugar y encajó su cayado en el suelo, de donde surgió un árbol que permanece allí.
Rodeada de leyendas y misterios, la Colina de Glastonbury o Isla de Avalon aún se eleva hacia el cielo revelando puntos de contacto entre distintas culturas y realidades, espacios y mundos, una comunicación imprescindible que enriquecerá eternamente el espíritu y la imaginación.
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La leyenda del rey Arturo y Escalibur es una de mis preferidas, así que encantó tu entrada, como todas, pero esta con un especial encanto, pues se un paraje real, que también tiene la magia del entorno. gracias y un saludo
ResponderEliminarAsí es, estos lugares y sus leyendas enriquecen nuestras maltrechas imaginaciones hasta hacer manar de ellas auténticos vergeles. Preciosa entrada, los celtas, Arturo..uff
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