Las Vegas, la llamada ciudad del pecado, suele estar envuelta en cientos de leyendas urbanas. Una de las más populares es la que involucra a una pareja que van a pasar su luna de miel allí. La pareja se registra en un hotel, deseosos de utilizar la habitación que le han concedido. Al llegar, ambos notan un fétido olor en el cuarto por lo que el hombre llama a la recepción.
Las Vegas, la llamada ciudad del pecado, suele estar envuelta en cientos de leyendas urbanas. Una de las más populares es la que involucra a una pareja que van a pasar su luna de miel allí.
La pareja se registra en un hotel, deseosos de utilizar la habitación que le han concedido. Al llegar, ambos notan un fétido olor en el cuarto por lo que el hombre llama a la recepción.
En su llamado explica que la habitación no huele bien y que les gustaría cambiarse. Sin embargo, el encargado del hotel tras disculparse les explica que esa es la única habitación disponible puesto que se estaba desarrollando una convención en dicho hotel.
Sin embargo, el encargado se ofrece a enviar a una muchacha para limpiar la habitación y de esta forma solucionar el problema.
La pareja acepta y decide salir a comer. Al volver al hotel les dicen que todo está solucionado. Sin embargo, cuando entran al cuarto nuevamente perciben el mismo olor.
El hombre indignado toma el teléfono y vuelve a comunicarse con el encargado. Este le promete que le conseguirá una habitación en otro hotel, pero tras llamar a todos los hoteles nadie tiene cupo. Es por eso que decide enviar otra vez a la muchacha.
La pareja acepta y sale a jugar a los Casinos, diciendo que regresará en dos horas. Una vez que la pareja se ha marchado, el director y el personal de limpieza van a la habitación en busca de la causa del desagradable olor. Registran toda la habitación y no encuentra nada. Cambian, sábanas, toallas, almohadas y hasta las cortinas. La suite queda como nueva.
Cuando la pareja llega, vuelven a percibir el mismo olor. El hombre indignado comienza a rasgar todo los muebles y es allí cuando en el espacio que había debajo de la cama, para guardar la ropa de invierno, encuentra el cadáver de una mujer.
Esta es una historia que cada vez cobra más fuerza. En los últimos 20 años han sido más de 10 los casos de turistas que han pernoctado una noche con un cadaver en un cuarto de hotel. No siempre está debajo de la cama. A veces en el closet y en ocasiones, tras algún otro mueble.
El hecho de que Las Vegas sea una ciudad relacionada con lo prohibido le hace aparecer en la mayoría de los relatos. Pero lo cierto es que la historia, más allá de los adornos que se le puedan poner, es real.
Imagínense ustedes dormir en la misma habitación donde está el cuerpo de un extraño. Yo por las dudas, cada vez que voy a una, suelo hacerle caso a mi olfato.
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