Una leyenda urbana muy común en los Estados Unidos es la de la pulsera negra, historia asociada a los hospitales y las personas que allí fallecen. Se basa en una vieja tradición que tienen estos lugares de colocar bandas de distintos colores en las muñecas de los pacientes para así identificar de quién se trata y cuál es su condición.
Una leyenda urbana muy común en los Estados Unidos es la de la pulsera negra, historia asociada a los hospitales y las personas que allí fallecen. Se basa en una vieja tradición que tienen estos lugares de colocar bandas de distintos colores en las muñecas de los pacientes para así identificar de quién se trata y cuál es su condición.
Por lo general, cuando una persona ingresa a estos centros se le coloca una banda blanca con sus datos generales. Por el contrario, de fallecer el paciente se le pone una pulsera negra, color que simboliza la muerte en todas las culturas del planeta.
Reza la leyenda que en uno de estos hospitales norteamericanos acaeció hace tiempo un evento escalofriante. Un joven doctor que estaba realizando su etapa como interno hubo de enfrentarse a la muerte de uno de sus casos, aun cuando había hecho todo lo posible por salvarle la vida.
Exhausto ya del esfuerzo y triste ante el fracaso, le colocó a la fallecida una pulsera negra, tal cual se estila en dicha situación. Luego se retiró para subir a su oficina, unos pisos más arriba. Para ello tomó el elevador, donde se encontraba una mujer de edad media pero de rostro agradable.
El médico supuso que sería la acompañante de algún paciente, así que estableció una conversación agradable, observando en la señora cierta palidez y unos labios demasiado resecos. Dedujo que esta también estaría agotada de su estancia en el hospital.
Al llegar al piso donde la mujer debía quedarse, la puerta se abrió mostrando una figura opaca y lívida, se trataba nada más y nada menos que del fantasma de su paciente, a la cual no había logrado salvarle la vida.
Entonces, el joven empujó hacia adentro a su compañera y apretó el botón para seguir subiendo, mientras le explicaba que aquella era la chica que había muerto unas horas antes, lo probaba la banda negra que llevaba en su muñeca.
Cuál no sería el horror del doctor cuando la bella mujer elevó ante sus ojos la mano derecha para mostrarle una banda negra que ella misma portaba indicando su condición fantasmal.
Se dice que al día siguiente, el médico apareció desmayado y, al despertar, tuvo que ser internado porque no hacía más que hablar de fantasmas y muertos vivientes, de donde surgió la interesante leyenda urbana de la pulsera negra.
Ruth Lelyen
@rusiluna
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Uy..me encantan estas historias de miedo..!!Y quien diga que no da miedo que vaya a un hospital esta noche y en las horas de la madrugada se pasee entre plantas con el ascensor jajaja Saludos Alex, muy bueno
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