True Detective es diferente, original, con una atmósfera que te envuelve, te engulle y te escupe si no eres capaz de apreciar el conjunto de la serie creada por Nick Pizzollato y dirigida en sus ocho capítulos de la primera temporada por Cary Fukunaga.
True Detective es diferente, original, con una atmósfera que te envuelve, te engulle y te escupe si no eres capaz de apreciar el conjunto de la serie creada por Nick Pizzollato y dirigida en sus ocho capítulos de la primera temporada por Cary Fukunaga.
Comenzamos con unos títulos de crédito que son una obra de arte de Elastyc y la música especial de The Hands. Los retratos partidos que nos enseñan de los detectives Rustin Cohle y Martin Hart, interpretados por el oscarizado este año por su papel de vaquero con sida en "Dallas Buyers Club" Matthew McConaughey y el siempre inconformista y arriesgado en la elección de sus papeles Woody Harrelson, suponen la división interna de los personajes, la presentación de las dos mitades de una personalidad tan magnética e importante en el desarrollo de esta serie, que combina drama, intriga, tensión, estética, thriller y un poco de acción, pero donde una de las prioridades establecidas es la relación tan extraña y dispar que une a los dos detectives en su búsqueda por encontrar a un asesino en serie especial.
Si queréis detalles y que os cuente con pelos y señales el devenir de la serie, no es mi estilo, prefiero sugerir, enseñar el camino y si lo consigo, recomendarte que veas una serie que a mi parecer es diferente, atractiva y fuera de lo típico y habitual.
Y "True Detective" lo es. Claro está que te tienen que gustar también los siguientes elementos: la búsqueda de un asesino en serie poco común por su elegancia y artística disposición en los escenarios de sus crímenes. Las terribles historias que envuelven a los detectives, gente sin escrúpulos, prostitución, drogas, traiciones, familia o la elección de vivir en soledad. Ambiciones, dudas existenciales, el bien y el mal y las diferentes opiniones que suscitan. La religión, la filosofía, el poder de las armas y de la impunidad de llevar una placa de policía.
La angustia, la obsesión y la muerte definirán la trama.
Todos esos elementos fluyen en los capítulos de True Detective y claro, me dirás que esto ya lo habías visto anteriormente, pero yo argumentaré que no he terminado todavía, que faltan más alicientes que añadir a esta sobresaliente serie.
Como comentaba antes sobre los títulos de crédito en los que aparecen dibujos y sombras, retratos fragmentados de los personajes, con colores que definen muy bien la complejidad de su personalidad, son un pilar fundamental en la estructura de la serie.
La personalidad es una de las claves para entender esta apuesta de HBO para esta temporada. El detective Cohle, McConauguey alejado ya de papeles olvidables y que no pasarán a la historia como "Sahara" y enrolado en una dinámica distinta desde hace un par de años que demuestra su buen papel en "Mud", borda una interpretación de persona castigada por anteriores trabajos y por su vida pasada (que no voy a desvelar) antes de llegar a Louisiana, y en esa lucha atormentada de su vida, con sus frases metafísicas como: "Creo que la conciencia humana es un trágico paso en falso en la evolución", su perfil místico, paranoico, resolutivo y con algún apunte religioso, configura un ser solitario poco dado a relacionarse con los demás entre entrañable y terrorífico al que a medida que van avanzando los capítulos, por fuerte que parezca, acabas cogiéndole cariño y apreciando cada minuto que ves.
En las antípodas se encuentra el detective Hart, Harrelson. Padre de familia, clásico y con métodos de la vieja guardia. Respetado, pendenciero y bebedor. La filosofía del compañero que le asignan y del que dicen que es muy bueno en su trabajo, le importa un pimiento, además de no conectar nada con él, no le gustan sus rollos y sus preguntas filosóficas. Poco a poco lo irá descubriendo y dándose cuenta del talento que tiene para ver pistas y para analizar datos que a otros se les pasarían por alto.
Si la personalidad era un argumento principal en la serie, la fotografía, los escenarios, la ciudad y los paisajes configuran un ambiente hipnótico, le dan un valor añadido y convierten todos estos elementos en protagonistas de la serie. La llamada Psicogeografía (es una propuesta en la cual se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas) donde la zona geográfica aporta un valor extraordinario al conjunto de la serie como ocurre también en "The Killing", (donde Pizzolato dirigió dos capítulos) y en los que la lluvia, los silencios y el gris son personajes principales en la trama.
Especial atención también a las rutas en coche con los dos detectives y sus diálogos geniales y punzantes.
Por último y ya voy acabando, os pediré que tengáis paciencia con la serie, ya que no es nada convencional. Ésta se va desarrollando y desgranando poco a poco como el hilo de un ovillo de lana a la hora de hacer un jersey. Esto no quiere decir que te vayas a aburrir o a dormir, si no que hay que ver cada uno de las pinceladas y detalles que nos ofrecen, con tranquilidad, exigiendo ver una serie diferente y que probablemente te llegue a gustar, pero que lleva sus tiempos de desarrollo.
El Magnetismo que provoca lo sentirás rápidamente. La peculiar música te trasladará cerca de los monstruos que conviven en esta grandiosa serie.
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