Aunque no es menos cierto que la vieja Europa alberga un sinfín de lugares increíbles, también en Norteamérica podemos encontrar sitios que son todo un misterio para nuestra comprensión. Me refiero a Mistery Hill o el Stonehenge estadounidense, nombres con los que se conoce un centro arqueológico ubicado en Salem, New Hampshire, donde abundan los megalitos y otras estructuras de piedra.
Aunque no es menos cierto que la vieja Europa alberga un sinfín de lugares increíbles, también en Norteamérica podemos encontrar sitios que son todo un misterio para nuestra comprensión. Me refiero a Mistery Hill o el Stonehenge estadounidense, nombres con los que se conoce un centro arqueológico ubicado en Salem, New Hampshire, donde abundan los megalitos y otras estructuras de piedra.
En el lugar pueden verse desde mesas hasta muros y esculturas diversas, con marcas y ranuras que, al parecer, indican un uso ceremonial. Debajo del lugar se localizan cuevas subterráneas que pudieran haber sido utilizadas por los sacerdotes con fines rituales.
Pero lo interesante y más misterioso de este complejo megalítico es el significado astronómico de su localización. Resulta que desde allí pueden determinarse con exactitud los eclipses de sol y de luna que tengan lugar. De ahí que Mistery Hill haya sido comparada con Stonehenge.
A pesar de la diferencia en las dimensiones y en la organización, ambos sitios funcionan como observatorios y están alineados astronómicamente, especialmente respecto al solsticio de verano.
Otro gran misterio es sobre el origen de dicha estructura. ¿Quiénes construyeron Mistery Hill? Podría responderse que los nativos americanos, mas no hay evidencias de que estos pueblos trabajaran la piedra con fines arquitectónicos.
Por su parte, los granjeros no llegaron a la región hasta el 1730 y todo parece indicar que el lugar se erigió en 1769, lo que lleva a los expertos a cuestionar la construcción de un centro tan complejo en tan poco tiempo; amén de que sus estructuras rituales no están muy a tono con las creencias cristianas de los colonos.
Se ha especulado si los verdaderos creadores de Mistery Hill pudieran haber sido originarios de alguna otra región del planeta. Por las runas encontradas y otros indicios, se habla de pueblos antiguos del Mediterráneo, como los griegos o los fenicios, pero a ciencia cierta no se tienen respuestas.
Mistery Hill o el Stonehenge estadounidense permanece aún en las sombras de la interrogación, invitando a estudiosos y neófitos a seguir buscando entre sus piedras el verdadero origen de su construcción.
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