Como sabe la mayoría de la gente que ha rastreado un poco internet en los últimos años, los misteriosos círculos de cultivos no son más que figuras de menor a mayor complejidad generados sobre los sembrados de trigo y maíz, que comenzaron a aparecer en Inglaterra a fines de los 60 y luego se expandieron por otras partes del mundo.
Como sabe la mayoría de la gente que ha rastreado un poco internet en los últimos años, los misteriosos círculos de cultivos no son más que figuras de menor a mayor complejidad generados sobre los sembrados de trigo y maíz, que comenzaron a aparecer en Inglaterra a fines de los 60 y luego se expandieron por otras partes del mundo.
Lo fascinante de estas estructuras es que poseen diversas formas que pueden divisarse desde las alturas, cual sucede con las conocidas figuras de Nazca. En sus inicios no pasaban los 10 metros, pero paulatinamente creció su tamaño, así como la complejidad de sus trazos, los que pueden resumir formas binarias, alegorías poéticas o incluso círculos y otros símbolos geométricos.
La duda radica en su realización: ¿quién y mediante cuál tecnología ha logrado tan maravillosas figuras? Hasta el momento existen dos tendencias fundamentales que intentar dar respuesta a la autoría de los círculos de cultivos.
La primera considera que el origen de los círculos es definitivamente paranormal o extraterrestre. Sus argumentos van desde lo complicado que resulta generar estructuras tan grandes y enrevesadas sobre los sembrados, hasta el hecho de que parece ser que en estos lugares se afectan los equipos electrónicos.
La segunda hipótesis adjudica la creación de los círculos de cultivos a los seres humanos. Las causas pueden ser muchas: simplemente como tema de bromas, efectismo para ganar dinero o creatividad, entre otras.
Apoyando esta tendencia, aparecieron dos personajes ―Dave Chorley y Doug Bower― que decían haber comenzado todo para hacerles creer a los ufólogos que se trataba de alienígenas y, poco a poco, fueron añadiendo líneas y curvas para estar a tono con las noticias de los medios. Sin embargo, al intentar probar en público que podían generar tales figuras, el resultado fue un fracaso, pues los círculos lucían pobres en realización y no se ajustaban a los diseños existentes.
En nuestros días, aun cuando han aparecido muchas estructuras hechas por humanos, siguen existiendo algunas que son todo un misterio para los investigadores, pues sus estudios señalan el uso de tecnologías aún desconocidas para el hombre.
Finalmente, ello genera una gran interrogante que sin dudas mantiene a los misteriosos círculos de cultivos dentro de ese gran grupo de fenómenos que la humanidad necesita resolver.
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Son tan perfectas en su ejecución que como mínimo hacen dudar de su origen. Muy misterioso
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