La vida no parece ser muy justa con Walter White (Bryan Cranston), un tímido y muy inteligente profesor de química premio nobel de 1985 al que, de repente, la mala suerte le cae encima con una destructiva enfermedad terminal: cáncer de pulmón.
Definitivamente para quienes aun no la vieron, Breaking Bad es una serie totalmente recomendada, imprescindible y adictiva. Ahora les contamos.
La vida no parece ser muy justa con Walter White (Bryan Cranston), un tímido y muy inteligente profesor de química premio nobel de 1985 al que, de repente, la mala suerte le cae encima con una destructiva enfermedad terminal: cáncer de pulmón.
Aparte de sus problemas económicos a pesar de tener dos trabajos, se suma la llegada de un nuevo hijo, el maltrato laboral de un superior en una lavandería de carros y una vida muy aburrida controlado por su esposa dominante y sus alumnos con nada de interés en la química, el apasionante mundo de Walter.
Entre la espada y la pared, el señor White, que parece incapaz de matar una mosca, da un salto enorme que lo convertirá en otra persona. Sus conocimientos de química lo transforman en un experto productor de la metanfetamina (droga) más pura que se haya conocido jamás.
Esa transformación marca la trama de Breaking Bad, una serie estrenada en 2008 y considerada una de las mejores de todos los tiempos. Una serie fascinante, adictiva, imprescindible y altamente recomendada.
White se asocia a Jesse Pinkman (Aaron Paul), un adicto y antiguo estudiante. Juntos viven decenas de aventuras —calamitosas la mayoría— cargadas de misterio, drama, acción, terror y establecen una tensa relación de amor-odio que marca toda la serie.
Breaking Bad se llenó de premios. Por tres años consecutivos obtuvo el galardón como mejor serie de los Premios WGA y, además, mereció dieciséis Primetime Emmy.
En 2013 el Gremio de Guionistas de los EE.UU. nombró a Breaking Bad como una de las series con mejor guión de la historia. Poco después, el portal Metacritic situaba a la serie de Walter White y Jesse Pinkman como la mejor puntuada de la historia (99 sobre 100).
Vince Gilligan, el creador de la serie, dijo que su intención fue convertir a un protagonista en antagonista y romper de esa manera los moldes de las series de televisión tradicionales, donde un personaje se mantiene inalterable durante varias (y a veces muchas) temporadas.
Sin embargo, a pesar de su lenta pero inexorable introducción en el mundo de la maldad, Walter White se convirtió en un personaje amado por el público, algo que sorprendió a Vince Gilligan.
El último capítulo de Breaking Bad superó todos los récords de audiencia y fue una explosión en las redes sociales, con millones de comentarios generados. Para los actores y la gran mayoría del público fue un final acertado —algo muy difícil de alcanzar en una serie— y, por supuesto, muy emotivo.
Alex Méndez Romero
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