Las criaturas marinas mitológicas siempre han sido un verdadero misterio, que nos hacen pensar que tal vez esos animales en verdad existieron o que aun existen dentro de ese mar tan grande que aún no terminamos de conocer.
Las criaturas marinas mitológicas siempre han sido un verdadero misterio, que nos hacen pensar que tal vez esos animales en verdad existieron o que aun existen dentro de ese mar tan grande que aún no terminamos de conocer.
Este ser puede figurar entre esas criaturas envueltas en magia y terror, se le llama Umi Bozu en Japonés que al ser traducido al español significa monje marino y hace referencia a una criatura de color gris, negro o a veces marrón que tiene una cabeza calva como los monjes tibetanos, y que tienen en vez de brazos, tentáculos o aletas y terminan con pies de una aleta o incluso de tentáculos. Sus ojos asustaban a los hombres debido a que estaban totalmente fijos y eran frívolos e intimidantes.
Se les tenía tanto terror debido a que siempre que se los veía cerca, provocaban tormentas y por lo general el barco terminaba hundiéndose junto con todos sus tripulantes y — según muchas leyendas— cuando se temía que hubieran tifones o tormentas no se navegaba porque de seguro se toparían con uno de estos seres tan extraños.
Aunque forma parte de la cultura popular japonesa, también se encuentra en China, pero a diferencia de los japoneses, los Umi Bozu podían ser alejados si un hombre bailaba en la cubierta con un listón rojo. También se conoce de avistamientos en Mongolia.
Sin embargo, la leyenda no solamente se queda en Asia, sino que en Europa también se le ha visto e incluso se dice que algunos de ellos “convivieron” con la raza humana. También tenían cabeza que hacía referencia a un monje o sacerdote e incluso se llegaron a ver especímenes con un cráneo en forma de un sombrero de obispo.
Se cuenta que en el siglo XIII un “obispo del mar” fue capturado en Polonia y que se comportaba de una forma educada. Tenía brazos de aletas y a diferencia de los sacerdotes tenía dos piernas que terminaban en aletas. Este obispo fue llevado con el rey y éste le pidió que lo dejara en libertar a lo que el rey accedió, se le llevó a mar abierto donde se le dejó libre, sin antes hacer la señal de la cruz.
Otro obispo del mar fue capturado pero en 1187, con las mismas características. No obstante, éste no pronunció ni una sola palabra, lo llevaron al palacio donde vivió por seis meses, comiendo y bebiendo como cualquier humano, pero resalta que le gustaba comer pescado crudo y que lo hacía con mucha facilidad. Un buen día que no tuvo mucha vigilancia se escapó para no volver a aparecer nunca más.
Hay un libro que relata con exactitud las historias de estas criaturas, data de la Edad Media su autor fue Conrad Gessner, sin embargo la credibilidad de éste escrito es nula ya que afirma la existencia de unicornios y sirenas. Algo no comprobado por la ciencia moderna pero porqué no decirlo, siguen siendo un misterio.
Hoy en día se cree que los animales que asustaban a los marinos en Asia pudieron haber sido calamares gigantes, pues las características son muy parecidas, manta rayas e incluso las morsas. De todas formas, esto no explica que en cierto tiempo en la Edad Media se tengan manuscritos documentados de que éstos extraños seres hablaron y que incluso pudieron caminar por la tierra junto a los seres humanos.
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