Uno de los misterios más grandes con los que se ha topado el mundo arqueológico y científico desde 1924, ha sido el descubrimiento fortuito de las Tablillas de Glozel, desencadenando una de las controversias más interesantes del siglo pasado. Seguidores y detractores debaten acerca de la veracidad de este fascinante hallazgo. De comprobarse al 100% su autenticidad se tendría que escribir un nuevo capítulo en la historia de la humanidad.
Uno de los misterios más grandes con los que se ha topado el mundo arqueológico y científico desde 1924, ha sido el descubrimiento fortuito de las Tablillas de Glozel, desencadenando una de las controversias más interesantes del siglo pasado. Seguidores y detractores debaten acerca de la veracidad de este fascinante hallazgo. De comprobarse al 100% su autenticidad se tendría que escribir un nuevo capítulo en la historia de la humanidad.
Como muchos de los grandes descubrimientos, este también se dio por pura casualidad; un humilde campesino de 17 años en aquél entonces, llamado Emile Fradin quien nació en el año 1907 y falleció en el 2010, realizando su faena diaria, vio como uno de sus animales se hundió en un hoyo del terreno, al ayudarlo a salir se topó con un asombroso hallazgo: unos restos humanos fosilizados; con la ayuda de sus familiares cavaron y encontraron unas vasijas, hachas, herramientas y sobre todo unas enigmáticas tablillas grabadas con un lenguaje extraño.
El abuelo de Emile le dio un giro comercial a este suceso permitiendo que todo el que quisiera pudiese explorar sus terrenos y desde allí surge el famoso Campo de los Muertos.
Por supuesto, la notoriedad de este evento llamó la atención del médico Antonin Morlet, un aficionado a la arqueología, quién se dedicó al análisis y excavación del lugar. Cuando publicó los resultados, se abrió la controversia y los incrédulos refutaron dichos análisis por las inconsistencias entre las edades de todos los objetos hallados, por tal motivo comienza la "cacería de brujas" al joven Emile y al Dr. Morlet.
Mientras que al joven se la acusa de fraude total y de ser quién elaboraba y falsificaba dichos objetos, a Morlet se le desprestigió por falsedad; aun así este continuó durante 16 años trabajando en el Campo de los Muertos y obteniendo más de 3000 piezas; hasta que el gobierno Francés se lo prohibió.
En 1973 se retomaron los análisis y tres laboratorios llegaron a la misma conclusión: los hallazgos encontrados son reales y datan de diversos periodos antiguos. Se sabe que los huesos tendrían entre 15 mil y 17 mil años antes de Cristo (A.C), las cerámicas unos 5 mil años A.C y las famosas tablillas de Glozel 2500 años A.C, resarciendo así a sus descubridores.
A Emile Fradin se le otorgó en vida el "Orden de las Palmas Académicas" que es un honor Francés para académicos, pero tristemente el Dr Morlet murió antes de ver los frutos de su gran empeño.
En 1983 se retomaron las excavaciones abriéndose a suspicacias por el silencio de los resultados, enalteciendo así aun más el mito de las misteriosas tablillas de Glozel y el significado real de sus símbolos.
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