De día son niños que saltan, corren, piensan y juegan, pero de noche algo raro, misterioso y terrorífico les quita la energía y los convierte en seres inertes. Estos niños son como los girasoles, son plenos a la luz y calor del sol, pero en la noche se desconectan de la vida...
A media noche me desperté, el instinto materno me indicó que me pusiera de pié y fuera hasta donde se encontraba mi hijo Shoaib. Posaba en su cama en posición fetal, sus ojos estaban entreabiertos, y estaba orinado, los dedos de sus manitas estaban como engarrotados, puse la palma de mi mano cerca de su nariz para ver si respiraba, apenas lo hacía, traté de estirar su cuerpo pues creía que esa posición era incómoda pero fue imposible, me acerqué y le di un beso, estaba muy frío y fue cuando entré en pánico y comencé a llorar. Mi esposo al escuchar mis sollozos se despertó y acudió a mi lado, con ojos perplejos trató de despertar a Shoaib sin conseguirlo, lo agitó fuertemente sin ningún cambio, su cuerpo inflexible y duro retomó la posición fetal. Pensamos que algún insecto lo había picado, revisamos sus ropas, la cama, y nada. Asustados esperamos la luz del alba para llevar Shoaib al médico. El sol asomaba sus primeros rayos en el horizonte, yo servía agua caliente para tomar té, cuando Shoaib apareció junto a mí y me abrazó, de inmediato comenzó a saltar y correr. Lo miré pasmada, el me regaló una sonrisa hermosa, inocente, ajena al infierno que mi esposo Effe y yo vivimos durante la madrugada. Salió corriendo hacia su padre. A partir de esta noche cambiaron nuestras vidas y las de nuestros hijos, Shoaib y Abdul, quienes nacieron con esta rara enfermedad.
De día son niños que saltan, corren, piensan y juegan, pero de noche algo raro, misterioso y terrorífico les quita la energía y los convierte en seres inertes.
Estos niños son como los girasoles, son plenos a la luz y calor del sol, pero en la noche se desconectan de la vida. Los doctores explican que entran en una especie de inconsciencia total como en un estado catatónico (persona que se ha quedado paralizada mentalmente, sin capacidad de respuesta, a causa de una fuerte impresión o un gran cansancio psíquico).
Este extraño fenómeno acontecido a dos hermanos en Islamabad, Pakistán es conocido como el misterio de “Los niños Solares” o la "Parálisis Nocturna" y se han convertido en el objetivo nacional de Pakistán. Doctores, investigadores y gobierno quieren curarlos.
Después de tantos estudios y tratamientos estos dos pequeños han mostrado mejorías, Abdul, el pequeño, ya ha logrado subir algunos escalones y Shoaib tomó un poco de leche por sí solo durante ciertas noches.
«Es un gran desafío. No entendemos bien la enfermedad. Tras realizar más de 300 pruebas hemos descubierto que si les suministramos neurotransmisores su estado mejora por la noche», indicó el rector adjunto de PIMS y profesor de medicina, Javed Akram.
El doctor estimó que se trata de una nueva enfermedad muy extraña y desconocida hasta ahora, y que pronto descubrirán sus causas y su tratamiento. Akram afirmó que ya le buscan un nombre a esta enfermedad para identificarla.
La madre aun no pierde la esperanza, con el estudio de ADN tal vez se descubra la causa de esta enfermedad insólita y desgarradora, pues se sabe que puede ser de origen genético siendo que tanto esposo como esposa son primos. Hasta ahora todo está fuera del ámbito terrenal y de su humana comprensión.
No olvide descargar Misteriosa Realidad gratis desde Apple Store y Google Play
COMENTARIOS