Según el libro de Nichols y Moon, los investigadores del Proyecto Montauk también experimentaron con niños secuestrados para someterlos a controles mentales, historia que sirvió de inspiración a la serie de Netflix “Stranger Things”.
A inicios de la década de los 80s comenzaron a circular rumores preocupantes y confusos sobre un experimento, el Proyecto Montauk, que implicaba investigaciones sobre fenómenos paranormales como control mental, incluso a escala masiva, de poblaciones enteras, y viajes interdimensionales en el espacio-tiempo, para aplicar sus resultados a tácticas de guerra psicológica.
Las fuentes de los rumores nunca han sido corroboradas de modo oficial. Solo se conocen testimonios de terceros, y no se han revelado documentos que verifiquen su veracidad, lo cual, para algunos, es precisamente evidencia de que el experimento tuvo éxito y por ello jamás se desclasificó.
Esta teoría de la conspiración, una de las más famosas de Estados Unidos, cobró cierta solidez a partir de los testimonios de Preston B. Nichols, un ingeniero que afirmó haber recuperado recuerdos suprimidos de su propia participación en los hechos.
Lo cierto es que, luego de la publicación del libro “Proyecto Montauk”, escrito por el propio Nichols y Peter Moon, se cerró, al fin, en 1981, la base militar donde presuntamente sucedieron los experimentos.
La instalación está ubicada al oeste cercano del popular faro de Montauk Point, en Long Island, New York, en el perímetro del antiguo Fuerte Hero. Perteneció a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y se convirtió en un centro de vigilancia en la Guerra Fría, con un enorme radar.
Aunque la Estación de la Fuerza Aérea de Montauk fue dada de baja oficialmente en 1969, se sabe que reabrió luego y continuó operando sin el consentimiento confirmado del gobierno, sin que haya podido rastrearse la procedencia de su financiación en este último periodo.
Se especula que en la base militar de Montauk se creó un portal temporal a través del espacio-tiempo, con la estabilidad suficiente para transportarse a cualquier parte del universo, e inclusive a universos paralelos.
Hay quien dice que esto permitió contactar con varias razas interdimensionales, con las que se intercambiaron informaciones diversas.
Según el libro de Nichols y Moon, los investigadores del Proyecto Montauk también experimentaron con niños secuestrados para someterlos a controles mentales, historia que sirvió de inspiración a la serie de Netflix “Stranger Things”.
Otra parte del Proyecto Montauk muy conocida es la famosa silla de Montauk. Este dispositivo fue presentado a la luz pública en 1950 por la corporación ITT (que se cree haya financiado, desde el anonimato, el proyecto).
La silla en cuestión operaba a través de sensores que rastreaban las funciones electromagnéticas del cerebro humano, y las traducía, de manera comprensible, a través del monitor de una computadora. Era, literalmente, una máquina que leía la mente. Todavía hoy se desconoce cómo se desarrolló esta tecnología.
La pregunta es: ¿cuan cierto es todo lo que se dice?
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