Aquí una leyenda urbana que comprende tres historias muy interesantes
Esta serie de noticias se podrían datar allá por la década de 1960. Seguramente por entonces ocurrió algún suceso muy similar y las historias originales se fueron transformando con el paso del tiempo. Lo cierto es que los periódicos locales sacaban lo siguiente:
Musica Recomendada
Musica Recomendada
CERDOS EN LA CARRETERA
Dos amigos circulaban por una pequeña carretera cuando su coche se cruzó con otro automóvil conducido por una exuberante rubia. Justo a su altura la mujer les gritó: —¡Cerdos! El conductor no se lo pensó dos veces, y girando la cabeza para responderle, le contestó a gritos: —¡Tú si que eres una sucia, tú eres la cerda!
Al salir de la siguiente curva, el piloto se vio obligado a dar un fuerte frenazo con tremendo susto. En aquel preciso instante, atravesaba la carretera una piara de cerdos que eran trasladados a una granja cercana.
LLAMANDO A LA CIGÜEÑA
Un verano cualquiera en la ciudad de Nápoles (Italia), los titulares de la prensa se hacían eco de una increíble noticia: una pareja de enamorados demandaba a una compañía aseguradora los gastos de su boda y la manutención de un recién nacido hasta su mayoría de edad.
Al parecer, los novios se encontraban dentro de su coche en un paraje denominado «Parque del Amo» (un lugar al que las parejas sin muchos recursos y sin apartamento propio acudían para satisfacer sus necesidades amatorias). La noticia narraba que mientras los jóvenes hacían efusivamente el amor, su coche fue golpeado por detrás con tal violencia que el joven eyaculó dentro de la joven debido a la potencia del encontronazo.
Los daños producidos en el accidente fueron varios arreglos de chapa y un embarazo no deseado. Los novios acordaron casarse, tener el niño y demandar a la compañía de seguros del vehículo que los embistió.
UNA GANGA DE VEHÍCULO
El suceso aconteció (o esto es al menos lo que se cuenta) en una carretera poco transitada, a las afueras de una gran ciudad estadounidense.
Un empresario local, agobiado por las deudas, decidió acabar con su vida en el interior de su fastuoso vehículo. Descerrajarse un disparo a quemarropa en la sien fue el método elegido.
Pasaron varias semanas antes de que la policía encontrara el cadáver. Aquellos días se registraron temperaturas de más de cuarenta grados, por lo que el cadáver del empresario se había casi licuado en el interior del automóvil.
A los pocos meses, y después de que la policía científica retirara los restos del suicida, el automóvil se puso a la venta en un concesionario no sin antes haber pasado la revisión preceptiva y un saneado en profundidad tanto del interior como del exterior.
El caso es que el auto fue pasando de dueño en dueño y el precio fue bajando a medida que cambiaba de comprador.. ¡Era insoportable el hedor que expelía su interior! Por más que se limpiaba, el olor putrefacto y nauseabundo parecía haber sido absorbido por las moléculas de metal de la estructura.
No olvide descargar Misteriosa Realidad gratis desde Apple Store y Google Play
COMENTARIOS