Existe en el salvaje continente de África, dos lagos que encantan con su belleza. Dos lagos que se originaron acompañados de volcanes. Dos lagos que asesinaron a muchos con su veneno. Miles de animales y miles de humanos han perecido en diferentes ocasiones gracias a su mortal veneno.
Existe en el salvaje continente de África, dos lagos que encantan con su belleza. Dos lagos que se originaron acompañados de volcanes. Dos lagos que asesinaron a muchos con su veneno. Miles de animales y miles de humanos han perecido en diferentes ocasiones gracias a su mortal veneno.
Nyos y Monoun son los lagos ubicados en la África silvestre, más específicamente en Camerún. Tienen su origen gracias a la actividad volcánica de la zona, pues son cráteres activos con gran cantidad de CO2. Estos rebeldes boquetes han sido responsables de miles de muertes humanas y animales en dos sucesos que se desarrollaron en cuestión de horas. La década de los ochentas fue la época de envenenamiento para este humilde poblado camerunés.
El primer suceso se desarrolló en el año 1984. El 15 de agosto se estremeció la tierra con un temblor considerable, que provocó que en sus aguas iniciara un efecto efervescente que liberó grandes cantidades de CO2 en el aire, con forma de nubes blancas que abarcaron alrededor de 30 kilómetros a la redonda. El Lago Nyos, ubicado a unos 50 kilómetros de la frontera con Nigeria había expulsado veneno al aire, matando todo lo que encontraba a su paso. El olor a pólvora y huevos podridos había invadido el lugar con gas, intoxicándolo todo. 37 personas y miles de cabezas de ganado murieron.
En agosto 21 de 1986, después de un deslizamiento de tierra en el Lago Monoun también en Camerún, se reportaron burbujeos seguido de nubes blancas que llenaron de gases tóxicos el aire, matando despiadadamente lo que encontraba en su camino. 1.700 personas perecieron y más de 3.500 animales que no pudieron ni siquiera saber qué les estaba matando. Unos cuantos minutos bastaron para acabar con tantas vidas.
En nuestro afán de llevarles todas las teorías y especulaciones de los posibles hechos que les presentamos, encontramos en esta ocasión, entrevistas a algunos sobrevivientes que decían que un insoportable olor a huevos podridos y pólvora lanzaba sospechas de una gran explosión de azufre que podría haber causado tanta devastación humana y animal. Investigaciones posteriores revelarían otros datos, que dejarían esta posible causa, como una versión nula.
Escuchen bien esto, William Evans, de la USGS (Servicio Geológico de los Estados Unidos) investigó estos lagos después de los mortales sucesos, y en sus informes afirma que se descarta el azufre como culpable. En una breve investigación por la historia, se encontraron apuntes de pilotos de la Segunda Guerra Mundial que sobrevolaban estas áreas, en donde decían tener las mismas alucinaciones olfativas cuando eran expuestos a altas concentraciones de CO2. En esta zona de Camerún, no hay concentraciones significativas de CO2, por lo que en sus búsquedas, hallaron a unos 40 o 50 kilómetros de profundidad en la tierra, grandes cantidades de dióxido de carbono que llegaban hasta el lago. Después de examinar muestras del agua, se encontró en su composición hasta un 99% de este gas letal. El CO2 viaja a los lagos cercanos a zonas volcánicas activas y se acumula lentamente llegando a tener cantidades mortales.
“El gas llega a las aguas del lago, pero no hace burbujas pues es tanto el peso del agua que lo disuelve” — William Evans.
Pero después de la actividad telúrica, el gas que se libera en burbujas como si estuviera en una botella de vino, forma nubes instantáneas con cantidades peligrosas de CO2 que matan al instante, intoxicando el organismo. La presión de la explosión volcánica o actividad sísmica es suficiente para crear estos letales burbujeos. También los deslizamientos de tierra que se dieron en ambos lagos después de lluvias, fueron posibles causas de presión. Se dice que la mejor forma de evadir estos gases en caso de nuevas descargas es buscar zonas altas, pues éstos no suben mucho. El dióxido de carbono se libera, después las tranquilas aguas regresan a la normalidad y luego de unos días el aire es respirable de nuevo y los vivos, los sobrevivientes, deben enterrar a sus muertos.
http://www.misteriosarealidad.com
Adaptación:
Alex Méndez Romero
@halpamen
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Hola Alex! me siguen gustando mucho tus post, de hecho son casi adictivos. Fijate que cada dia lees algo que te maravilla y te sigue sorprendiendo con nuevos e interesantes temas, descubrimientos y la forma en que son relatadas lo hace unico, como este que publicaste hoy. Es bueno tener nuevas e interesantes publicaciones todos los dias, asi mantienes a tus avidos lectores intrigados pensando: ¿Que otra curiosidad publicara Alex mañana?. Felicidades de nuevo!
ResponderEliminarhola amig@, gracias por el comentario. Tienes perfil de google+ o facebook para agregarte?? saludos.
ResponderEliminarNunca pensé que hubieran lagos asesinos!. Esto es nuevo para mí y la verdad sorprendente. La misma naturaleza a veces es cruel, increíble!. Gracias por este post, saludos.
ResponderEliminar¡Hola Alex! cómo nos gustan tus historias. Menos mal que en Guinea no hay de estos "lagos asesinos" que si no lo mismo no estábamos aquí, jajaja. Besooos
ResponderEliminarUna historia muy interesante y triste. Por desgracia la naturaleza nos castiga muchas veces...
ResponderEliminarUn saludo y gracias por compartir con nosotros estas investigaciones.
Que interesante.... y que espeluznante a la vez, mueres sin enterarte
ResponderEliminarasu ni enterada, gracias :)
ResponderEliminarMuy interesante, espero que no vuelva a ocurrir una tragedia como esta en ningun otro lugar del mundo porque podria haber algun otro lago que presente las mismas condiciones.
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