Las Misteriosas Esferas de Piedra de Costa Rica

En cada país podemos encontrar vestigios de las generaciones milenarias pasadas: pirámides, líneas, petroglifos, herramientas de caza y más; pero en esta entrega especial, les presentamos las Esferas de Piedra de Costa Rica, que son según los estudiosos, posibles jardines astronómicos con los que calculaban sus calendarios con estas grandes cuentas de piedra.

En cada país podemos encontrar vestigios de las generaciones milenarias pasadas: pirámides, líneas, petroglifos, herramientas de caza y más; pero en esta entrega especial, les presentamos las Esferas de Piedra de Costa Rica, que son según los estudiosos, posibles jardines astronómicos con los que calculaban sus calendarios con estas grandes cuentas de piedra.

Son más de quinientas esculturas de circunferencias de perfectas dimensiones, con diversos tamaños y pesos, y han sido ubicadas en un amplio radio de la Centroamericana tierra de Costa Rica, localizadas en su mayoría en el sur de la república, zona cercana al río Diquís, además de la Península de Osa y en la Isla del Caño. Estas “Bolas de Costa Rica” se han convertido en un símbolo e ícono de Costa Rica alrededor del mundo, con sus elaborados monumentos en honor a las esferas en muchos de sus edificios, como por ejemplo la Embajada de Costa Rica en Washington, que decora su fachada con una de estas bolas traídas desde su tierra de origen, orgullosos de su símbolo nacional. Y es que en el mundo, no hay registros de encuentros similares o relativos a estas bellas obras de arte esféricas: la diversidad de tamaños, cantidades, agrupaciones, pesos y con detalles grabados en ellas, hacen de estas perfectas y precisas circunferencias, un único tesoro indígena, genuinamente milenario digno de protección.

Sus dimensiones varían, y se han encontrado desde 10 centímetros hasta los dos metros y medio de diámetro, por lo que su peso puede llegar a superar las 16 toneladas de roca sólida, mayormente de piedras duras como granodiorita, gabros y unas cuantas de piedra caliza. Si bien su trabajo escultórico no se ha datado aun, se estima que fueron ubicadas en sus respectivos lugares por los indígenas nativos entre los años 300 a.C. y 300 d.C. acompañados de unos 34 sitios arqueológicos abarcando desde Diquís hasta la Isla del Caño, desde el Pacifico hasta el Golfo de Nicoya. Muchas de estas esferas se pueden encontrar en museos de casi todo el mundo, y otras cuantas están en manos de coleccionistas privados.

Sus primeros reportes están indicados en 1547 en los anales sur-americanos de Francisco Pizarro, conocido como “Conquistador de Perú”. En él se puede leer: 

“Escuché que los altos señores de este imperio [Perú] se reúnen cada cuatro años en el País de las Bolas, donde al parecer reciben consejos de grandes sabios”. 

Según estudiosos se han encontrado objetos de arte Maya (Guatemala), Olmecas y Aztecas (México), Chibchas (Colombia), Quechuas, Incas (Perú), etc.

En 1939, la Compañía Bananera Estadounidense Standard Fruit Company, adquirió parte de este territorio, y al talar los árboles para el cultivo del banano, descubrieron estas bellas esferas de piedra. Muchas de ellas fueron dinamitadas, pues pensaron que dentro había oro. A partir de 1970, cuando el Gobierno Costarricense se interesó más por ellas, muchas pudieron ser reconstruidas y ensambladas por el Museo Nacional, quien además, por apoyo de una nueva ley, ha recuperado muchas que estaban bajo posesión de empresas privadas, comercio o colecciones privadas. Incluso los estudiantes y vecinos de Palmar Norte bloquearon vías de acceso para evitar los camiones que saqueaban la zona robando las esferas de su lugar original.

En 1979 el arquitecto Ibo Bonilla propuso hacer un parque nacional para re-ubicar las esferas en la actual Finca 6 de Palmar Sur, en el Cantón Osa, y fue desarrollado y protegido por el Museo Nacional de Costa Rica, apadrinado por el reconocido escultor Jorge Jiménez Deredia, bautizándose como “Can Basat Roje”, que en su lengua nativa significa “esferas de piedra”, y fue apoyada por universidades nacionales e internacionales. En el año 2010 fue evaluada por muchos directivos internacionales, para someterla a consideración y posiblemente convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Fue nombrada oficialmente en noviembre de 2012. 

Desde 2011, las comunidades de la zona, indígenas y gobiernos locales organizan festivales para promoverlas como atractivo local turístico. Expertos, arqueólogos, antropólogos, políticos, artistas, arquitectos, comunicadores, líderes comunales, indígenas, funcionarios, etc. todos ellos han dado sus opiniones y se han deleitado de magníficos paisajes con esferas milenarias de piedra como protagonistas. Los artistas, poetas, escultores, pintores y arquitectos han tenido por inspiración semejantes obras de arte para sus creaciones, impregnando en sus trabajos la identidad de esta nación, incluyendo el billete de mil colones.

Se dice que el origen de las esferas está en los descendientes de los Atlantes, geomorfosis natural, aliens, ejes energéticos complementados y alineados con Nazca y Pascua, dispositivos de navegación, equilibrio tectónico, puertas dimensionales o balas de Tara para lanzar con una inmensa cerbatana. Su versión oficial indica que son calendarios gigantes, jardines astronómicos para observar y contar el tiempo. De todas formas siguen siendo un verdadero enigma.

Más de alguno quisiera perderse entre este bello y gigante jardín astronómico, en un infinito viaje por el tiempo y preguntarles: ¿Qué hacen con estas esferas?. Hasta la siguiente entrega.

Kennet Falcón
http://www.misteriosarealidad.com
Adaptación:
Alex Méndez Romero
Twitter: @halpamen

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