¿Es posible que en áreas silvestres poco exploradas habiten homínidos salvajes, aún no registrados por la ciencia? Si los simios no son naturales de Sudamérica, ¿qué eran los seres sin cola, parecidos a monos, que andaban sobre sus patas traseras y que agredieron en 1920 a la expedición encabezada por François de Loys, doctor en geología de nacionalidad suiza, en las selvas de Venezuela y Colombia? Los miembros de la expedición le dispararon a una de las criaturas, y la otra consiguió huir.
¿Es posible que en áreas silvestres poco exploradas habiten homínidos salvajes, aún no registrados por la ciencia? Si los simios no son naturales de Sudamérica, ¿qué eran los seres sin cola, parecidos a monos, que andaban sobre sus patas traseras y que agredieron en 1920 a la expedición encabezada por François de Loys, doctor en geología de nacionalidad suiza, en las selvas de Venezuela y Colombia? Los miembros de la expedición le dispararon a una de las criaturas, y la otra consiguió huir.
Y aunque no lograron llevar el cadáver de la criatura caída hasta Europa, le tomaron una foto. Cuando posteriormente los zoólogos europeos revisaron la fotografía, buena parte de ellos afirmó que se trataba de un mono araña. No obstante, el animal era más grande y robusto que cualquier mono araña visto con anterioridad. Además, tenía menos dientes. La identidad de este ser ha quedado en el misterio.
Similar en su enigmática aparición es el monstruo antropoide conocido como Pie Grande. Existieron algunos informes de un hombre bestia similar al de François de Loys, conocido como Pie Grande o Sasquatch y ha sido visto especialmente en los Estados Unidos. En 1967, el 20 de noviembre, Bob Grimlin y Roger Patterson, transitaban a caballo en un territorio al norte de California, cuando sus caballos se agitaron ante la presencia de un ser parecido a un gorila. La cabeza de este monstruo era cónica, tenía pelaje café y grandes pechos colgantes. Patterson consiguió tomarle fotogramas con una cámara de cine de 16 milímetros. Aunque los escépticos afirman que se trata de una persona disfrazada de gorila, el antropólogo Grover Krantz, de la Universidad Estatal de Washington, piensa que la película nos deja ver un Pie Grande vivo, con unos movimientos musculares nada semejantes a los de los humanos.
En nuestros días, existen cientos de fotografías y videos de Pie Grande, las cuales integran un vasto archivo. Comúnmente nos presenta a un ser simiesco con una estatura que va de los 1.8 a los 3.3 metros, con largos brazos, oscuro pelaje, frente bastante inclinada, ancha nariz aplastada, sin cola alguna y con enormes pies que dejan huellas de cuatro, cinco o incluso tres dedos. Algunas de las pisadas que se han reportado, posteriormente se han evidenciado como falsas. Pero las fotografías y los moldes conseguidos de las huellas dejadas por un ser de 2.6 metros, observada por el guardia forestal Paul Freeman, en una zona del Umatilla National Forest, en Washington, a principios de 1982, nos dejan ver impresiones bien definidas de dermatoglifos, es decir, protuberancias en la planta y debajo de los dedos de los pies, típicas de los grandes primates. Se trata de registros de imposible clasificación.
Estos mismos dermatoglifos descartan por completo que esa criatura hubiera sido un oso, hipótesis que habían propuesto algunos críticos de los avistamientos de Pie Grande. Krantz propone que Pie Grande es un descendiente de un primate enorme que desapareció hace mucho tiempo, denominado como Gigantopithecus. Tal vez , se trate de un animal simiesco, de la familia homínida.
Algunos estudiosos de la criptozoología piensan que otro famoso hombre mono, el Yeti u Hombre de las Nieves, que se supone habita en la cordillera del Himalaya, es otro descendiente del Gigantopithecus. Se cuenta que habita en las colinas bajas y que eventualmente cruza los vastos campos de nieve en busca de alimento. En las fotografías de sus pisadas, captadas en 1951, en la zona fronteriza entre Nepal y el Tibet, se observa que a diferencia de los seres humanos, el Yeti tiene el segundo dedo del pie, mucho más largo y ancho.
A finales de la década de 1950, una expedición apoyada por el magnate petrolero texano y además aficionado a la criptozoología, Tom Slick, halló huellas en el lodo y también, supuestas heces del monstruo, que además contenían un parásito desconocido hasta la fecha. Por el hecho de que cada especie de mamíferos posee sus parásitos particulares, los especialistas tuvieron que concluir que un animal desconocido habitaba en las montañas.
Desde China nos llegan relatos de un hombre salvaje que habita en los bosques. En el año de 1977, un hombre dedicado a la silvicultura (cuidado de los bosques, cerros o montes), Xiao Xingyang, descubrió un ser velludo de rojizo pelambre, que caminaba sobre sus patas posteriores. Han sido analizadas muestras de pelo dejadas por criaturas parecidas utilizando rayos X para así determinar los elementos químicos que incluyen. El resultado es que los porcentajes de elementos que los integran, no corresponden con ninguna de las especies de fauna identificadas en China. Los especialistas piensan que este hombre salvaje de China es una variedad de los orangutanes, que oficialmente está extinto en el territorio chino, o bien otro descendiente del mencionado Gigantopithecus.
En Australia también ha sido avistado otro extraño hombre mono. Se trata del llamado yowie, un ser velludo, por lo general bípedo, que para mucha gente tiene un parecido cercano a los gorilas. Los visitantes europeos y los aborígenes dicen haberlo observado casi siempre en las entidades orientales del continente de Oceanía. A principios de la década de 1980, tres jóvenes que paseaban en una zona de colinas en Nueva Gales del sur, observaron un animal de gran pelambre, cruzando el sendero a unos cuantos metros de distancia.
Otro ser parecido surgió de repente, miró a los atónitos viajeros y se internó en la maleza. Estas criaturas median unos 1.5 metros de altura, poseían extremidades inferiores rectas, cabezas en forma redonda, sin cuello aparente y estaban cubiertos por una pelambre de tonalidad café.
Ciertos científicos dedicados a la paleontología, consideran que algunos humanoides, similares al Homo Erectus sobrevivieron en la parte norte de Melbourne, en el estado australiano de Victoria. Millones de personas alrededor del mundo piensan que aún existen criaturas similares.
Acerca del Autor:
Jesús Ademir Morales Rojas
Blogger y redactor freelance (México, 1973), colaborador de Mexplora.com y Playasamerica.com. Estudió Filosofía en la UNAM, Historia del Arte en la UCSJ y Museología en el Conaculta/INAH. Ha trabajado en diversas redes de blogs y publicaciones virtuales: Hoyreka!, Coguan, Blogomedia, GeeksRoom, Efecto Social, El sobre de los blogs, Suite101.net, Textbroker.es, etc.
Twitter: https://twitter.com/jesusademir
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Pues yo creo en la existencia del Yeti y del Big Foot... buen post.
ResponderEliminarMuy interesante y entretenida la entrada! Un saludo.
ResponderEliminarGuao! menuda información,si existen o no, no lo sé, pero tengo que decir que hace años cuando iba a la finca de mi abuela siempre contaban una historia, leyenda de un hombre salvaje parecido al que nombras en el artículo que había capturado a una mujer que tubo un hijo con ella,la alimentaba con hiervas del bosque, hasta que un día ella decidió escapar junto a su hijo que era un niño, pero con tal mala suerte llego él,ella huyo pero al niño dicen que lo partió en dos! Eso en Manabí claro si es verdad o no,no lo sé! pero la leyenda me dejaba de piedra, es más me lo imaginaba todo.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada,como siempre me haces recordar cosas y viajar al pasado!
Saludos en la distancia Alex!
Qué buena información. En mi opinión, todavía queda algo de territorio virgen es este superpoblado mundo que vivimos. Si existe estas criaturas espero que nos las descubran porque si lo hacen seguro que las extinguen en pocos años por las causas que todos conocemos. Saludos!
ResponderEliminarQué guay!! comparto
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