Hace 10 años, en las ruinas de la antigua ciudad egipcia de Amarna, 350 kilómetros al sur del Cairo, se localizó un increíble cementerio de 3.300 años de antigüedad. Una característica particular fue que a diferencia de la mayoría de cementerios encontrados por allí hasta entonces, éste no pertenecía a la nobleza, si no a las clases más bajas de la sociedad.
Hace 10 años, en las ruinas de la antigua ciudad egipcia de Amarna (en la imagen se observa lo que queda del palacio norte de la ciudad), 350 kilómetros al sur del Cairo, se localizó un increíble cementerio de 3.300 años de antigüedad. Una característica particular fue que a diferencia de la mayoría de cementerios encontrados por allí hasta entonces, éste no pertenecía a la nobleza, si no a las clases más bajas de la sociedad.
Arqueólogos de la Universidad de Cambridge en el Reino unido, conjuntamente con la Universidad de Arkansas en Estados Unidos, extrajeron del lugar 150 cadáveres con el fin de conocer cómo fue el tipo de vida de este sector de la población. Todas aquellas personas habían sido enterradas en esa necrópolis durante los pocos años en que Amarna fue habitada; la misma se construyó a mediados del siglo XIV A.C por orden del Emperador Akenatón (que yace en la imagen de abajo, conocido también como Akhenatón, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII que gobernó entre 1353 - 1336 A.C) para convertirla en la capital del Imperio Egipcio.
Lastimosamente Amarna fue abandonada a los 17 años de ser ocupada porque no era un buen lugar para el cultivo.
Las consecuencias de su rápida construcción se observa en sus antiguos pobladores. Los estudios y análisis que se hicieron en los esqueletos exhumados del cementerio, revelaron que:
- aquellas personas tuvieron una vida difícil, llena de desnutrición y fracturas (muy probablemente por cargar objetos pesados).
- El 75% de adultos presentaron signos de degeneración de las articulaciones y del 75%, el 50% tenía al menos un hueso roto.
- En los niños fue común el atraso en la estatura y se encontró porosidad en sus huesos (osteoporosis) debido a una dieta deplorable que se cree fue basada en pan y cerveza.
- Toda la clase social hallada en el cementerio, sin duda pertenecía a la esclavitud del Imperio Egipcio.
- Los investigadores concluyeron que los hechos observados en éste cementerio, fueron muy similares en otras ciudades del Imperio Egipcio donde también se construyeron enormes templos, con la mano de obra de la clase social desfavorecida y esclavos.
Cada vez que observamos grandes edificaciones, templos increíbles, ciudades fantásticas y construcciones que nos dejan maravillados, es muy probable que detrás de todo está el muy triste sacrificio y sufrimiento de mucha gente indefensa que fueron obligados a trabajar hasta más no poder con sus familias y pequeños hijos.
Hasta la siguiente entrega de Misteriosa Realidad, un abrazo.
Alex Méndez Romero
alexm4d@hotmail.com
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Toda la razón,detrás de alguna edificación magnifica siempre pasan situaciones parecidas.
ResponderEliminarSolo de imaginarme esas cargas tan pesadas uhh,que dolor!
Interesante un viaje al pasado!
felicidades.Un saludo en la distancia
Bueno, en el fondo, hasta los mas trabajadores deben ser reconocidos... son los autenticos personajes que levantaron el Imperio Egipcio.
ResponderEliminarSin duda. Muchos son los huesos rotos y los cadáveres anónimos que dan gloria a unos pocos.
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