La mayor parte de los relatos de los Hombres de Negro los describen vestidos de traje negro, camisa blanca y corbata negra. Se dice a menudo que parecen curiosamente molestos, como si no estuvieran acostumbrados a llevar esa ropa, la misma que parece recién estrenada pero extrañamente anticuada.
La mayor parte de los relatos de los Hombres de Negro los describen vestidos de traje negro, camisa blanca y corbata negra. Se dice a menudo que parecen curiosamente molestos, como si no estuvieran acostumbrados a llevar esa ropa, la misma que parece recién estrenada pero extrañamente anticuada.
Continuando con la segunda entrega de Las misteriosas apariciones de los Hombres de Negro les comentamos que los Hombres de Negro según cuentan, suelen parecer irreales, como las personas en una pesadilla. También sus automóviles poseen el olor inconfundible de nuevos pero los modelos son anticuados y cuando se controla la matrícula se confirma siempre que esos números no existen.
Se sabe también según los múltiples relatos y testimonios que los Hombres de Negro son casi siempre del sexo masculino, solo en contadas ocasiones es una mujer y nunca más de una. Los rostros de los visitantes son descritos como vagamente extranjeros y más regularmente como orientales. Nunca sonríen, permanecen inexpresivos y sus movimientos son rígidos y pesados. Su comportamiento general es formal, frío, siniestro, incluso amenazador; no muestran cordialidad ni simpatía, pero tampoco manifiestan franca hostilidad.
Cabe destacar que raras veces las amenazas de los misteriosos Hombres de Negro se han materializado, pues la mayoría de testigos han callado. Pero aquí les comentamos un caso muy interesante.
En Septiembre de 1976 el Dr. Herbert Hopkins, un médico e hipnotizador de 58 años estaba trabajando como especialista en un supuesto caso de teletransportación OVNI en Maine, Estados Unidos. Una tarde en que su mujer y sus hijos habían salido dejándolo solo, timbró el teléfono y un hombre que se identificó como vicepresidente de la UFO Research Organization de Nueva Jersey preguntó si podría visitar al Dr. Hopkins para discutir el caso. El Dr. Hopkins aceptó, pensando que era algo de lo más normal. Fue a la puerta de atrás a encender la luz para que el visitante pudiera encontrar el camino desde el aparcamiento, y vio al hombre que ya estaba subiendo los escalones del porche. Según relató el Dr. no había ningún coche y mucho menos teléfonos cercarnos, así que ¿cómo pudo llegar tan rápido?.
Hopkins hizo pasar al visitante, curiosamente éste iba vestido con un trage azul oscuro, sombrero negro, corbata y zapatos también oscuros. Sus manos eran cubiertas por guantes grises y cuando se quitó el sombrero, apareció calvo por completo. Para el asombro del Dr. Hopkins, cuando el visitante se retiró las gafas, no tenía cejas ni pestañas. Describe también que su piel tenía una palidez mortal y que su boca destilaba un rojo vivo. En el transcurso de la conversación se limpió sus labios con sus guantes grises y el Dr. se quedó alucinado al comprobar que los labios quedaban estropeados y ¡sus guantes manchados con lapiz de labio!.
La mirada era siniestra, las pupilas no apuntaban correctamente al rostro cuando veía fijamente y hablaba como si no supiese muy bien el idioma, pues se notaba forzado.
Mientras mantenían la conversación sobre los OVNIS, poco a poco y gradualmente el Dr. Hopkins percibió que el habla del extraño se iba languideciendo. Cuando el visitante se puso en pie y luego de despedirse apresuradamente advirtiendo que nadie más puede saber detalles de la conversación, el Dr. Hopkins lo observó caminar vacilante y de un lado hacia otro como si estuviese mareado o casi desmayándose, al instante se alejó por el camino oscuro y según afirmó el Dr., una luz brillante se observó en los cielos aquella noche.
Cuando la esposa e hijos del Dr. Hopkins regresaron a casa, lo encontraron seriamente conmocionado, con todas las luces de la casa encendidas, sentado a una mesa sobre la que había una pistola. La naturaleza del fenómeno fue aceptada por las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos que estaban preocupadas de que personas que se hicieran pasar por personal de las Fuerzas Aéreas norteamericanas estuvieran visitando testigos de OVNIS.
David Tansley, un teórico de OVNIS, ha opinado que los Hombres de Negro podrían ser algun tipo de demonio o seres sobrenaturales.
Hubieron muchos pero muchos más testimonios sobre los HDN recogidos en libros y colecciones enteras, por ejemplo: el caso de Carlos de los Santos, el de Ramona Clark, el de Salomon N' Diaye, el de Jean-Pierre Prévost, el de Franck Fontaine y más, que no terminaríamos de escribir en mucho tiempo. Estos misteriosos seres provocaron un enorme interés cuando comenzaron a amenazar a testigos de OVNIS en los años 50, 60 y 70 pero se sabe que el poderoso símbolo de la siniestra figura HDN tiene siglos de antigüedad, como los nombrados en los libros de Richard Baxter (escritor de 1600).
Montague Summers |
En la siguiente y última entrega (la tercera parte) sobre los HDN, vamos a finalizar con un interesante testimonio ocurrido en 1976 que causó revuelo. Desde Misteriosa Realidad, hasta pronto.
Alex Méndez Romero
alexm4d@hotmail.com
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Los misterios son fantásticos, sea una leyenda urbana o no, me encantan. ¿Qué sería de nuestro mundo si no existieran los misterios?. Creo que eso lo hace hermoso. Gracias por compartir estas historias que desde mi punto de vista sucedieron. Salu2
ResponderEliminarInteresante la historia como la narración. Misterios infaltables en el boom de los ovnis. Esperando la tercera entrega no sin antes decir que me ha gustado el caso del Dr. Hopkins. Muy buen post. Invito a revisar el blog que colgué como url en mi nombre.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu blog!