Hay un lugar en este planeta, que ha sido objeto de un sinnúmero de leyendas urbanas, misteriosas y oscuras, las mismas que involucran fantasmas que se supone, han aparecido a lo largo de los siglos. Estamos hablando del sitio que se ganó el nombre de "el callejón de la muerte: Mary King's Close".
Hay un lugar en este planeta, que ha sido objeto de un sinnúmero de leyendas urbanas, misteriosas y oscuras, las mismas que involucran fantasmas que se supone, han aparecido a lo largo de los siglos. Estamos hablando del sitio que se ganó el nombre de "el callejón de la muerte: Mary King's Close".
Situado en la zona antigua de Edimburgo (Escocia), el Mary King's Close fue un callejón comercial importante del siglo XVII, muy concurrido, alegre y lleno de personas que disfrutaban de la vida, hasta que un buen día todo cambio para siempre.
Durante la navidad del año 1644, una plaga maligna llegó a la ciudad misteriosamente. Esta se expandió muy rápido por toda Escocia, comenzando en Edimburgo y extendiéndose hasta el norte y oeste. Cuando pasaron 18 meses de mucho sufrimiento, una parte sustancial de la población había muerto. La leyenda cuenta que cuando comenzó la plaga, las autoridades aislaron a los infectados en el Mary King's Close y construyeron una pared blanca alrededor para evitar que saliesen y escapasen.
Allí los dejaron solos y abandonados mientras agonizaban con extremos y dolorosos sufrimientos, sin nadie quien les diese de comer y sin ninguna ayuda del exterior, hasta fallecer. Por ese motivo todos llamaron al Mary King's Close como "el callejón de la muerte".
Allí los dejaron solos y abandonados mientras agonizaban con extremos y dolorosos sufrimientos, sin nadie quien les diese de comer y sin ninguna ayuda del exterior, hasta fallecer. Por ese motivo todos llamaron al Mary King's Close como "el callejón de la muerte".
Sin embargo, la versión oficial explica que la leyenda es solo eso y que la realidad es que las personas infectadas nunca fueron abandonadas allí a su suerte. Que durante el brote, las mismas personas se encerraban en sus casas y para indicar que estaban enfermas, mostraban una bandera blanca por la ventana. Otras acudía a chozas de madera o fuera de la ciudad, haciendo cuarentena hasta sentirse mejor, pero lamentablemente morían. La infección de los ganglios linfáticos que contenían abundante pus, sumado a otros síntomas, los llevaba a la septicemia y por consiguiente a la muerte.
En aquél tiempo la medicina era muy limitada y los médicos se jugaron la vida pues muchos murieron en el intento de salvar a los infectados. Los doctores iban protegidos con la llamada "máscara de la peste" fabricada de cuero y con forma de punta, mientras llevaban alimentos y yerbas a los pobres moribundos. Se conoce el nombre de George Rae un doctor que usaba un largo traje de cuero, guantes, capa y una máscara de pájaro como protección para poder estar en contacto con ellos. Con el pasar del tiempo se determinó que la picadura de las pulgas de las ratas (Xenopsylla cheopis) eran las causantes de la terrorífica plaga.
Mary King's Close es una atracción turística en la actualidad y está abierto al público desde el año 2003. Este misterioso e inquietante callejón encierra una historia triste y quienes han ido hasta este lugar, reconocen que se siente la presencia de los fallecidos e incluso, muchos afirman haber visto fantasmas deambulando por allí. ¿Será ciero o no?, la verdad es que quienes pisan ese sitio confiesan que se experimenta cómo vivió, trabajó y murió la gente en el Edimburgo del siglo XVII.
¿Se imaginan estar una sola noche y solos en este lugar?
Alex Méndez Romero
alexm4d@hotmail.com
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Interesantísimo!!
ResponderEliminarNunca había oído hablar del "Callejón de la Muerte" y mira que soy un asiduo del misterio y otras realidades.
Desde luego que infinidad de lugares extraños y misteriosos que encierra este planeta.
Gracias y un saludo!
Es increíble la forma en que la historia o la leyenda llega a poseer los lugares hasta el punto de convertirlos en un auténtico latir de ellas. Muy buena historia Alex, saludos
ResponderEliminarSeguramente en ese sitio quedaron impregnados el dolor y la tristeza de esa pobre gente, al ser abandonados a su suerte en tan espantosa situación. Quien sabe si fue leyenda o realidad? Abrazo Alex!
ResponderEliminarme he acojonado ...pero me ha encantado el relato y como lo escribes... porque sabes hacerlo puñetero.. sabes conseguir atrapar al lector...planteate escribir tu novela de suspense y yo sere tu primer lector
ResponderEliminar¡Qué lugar! Y con cuanta historia encerrada. ¡Saludos!
ResponderEliminarPronto visitamos Edimburgo y ya tenemos día y hora para ir al Callejón de la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo,